La victoria en Balaídos ha supuesto un paso casi decisivo para la salvación. La sentencia era repetida ayer hasta la saciedad en la plantilla zaragocista, que acaricia ya la meta de la permanencia con los dedos de la mano cuando faltan ocho jornadas para el final de la Liga. Sí, es cierto, no se ha logrado el sello matemático, instalado en unos 43 puntos, y a eso remitían en primer lugar todos los jugadores zaragocistas, pero la sensación, tanto en el plantel como en la afición, es que el equipo no va a pasar ningún apuro para seguir en Primera, ni por supuesto va a tener que sufrir hasta el último encuentro. Por eso, algunos futbolistas ya hablaban de mirar hacia arriba, de acabar la Liga lo más alto posible.

Y la afirmación no supone, ni mucho menos, echar las campanas al vuelo. Lo primero es lo primero y el objetivo fundamental es certificar la continuidad en la élite, pero el buen momento del Zaragoza, la confianza, la moral, los resultados... Todo invita a pensar en acabar el campeonato entre los ocho primeros de la tabla. ¿Quién lo hubiera dicho hace dos meses?

Los datos refuerzan esa visión. El Zaragoza ha sumado 14 de los últimos 18 puntos en seis jornadas invicto --cuatro triunfos y dos derrotas--. "Si hubiera empezado entonces la Liga podríamos ser hasta líderes. Casi hemos hecho en un mes y medio el trabajo que nos quedaba por hacer en tres", señala David Villa. Más datos: desde la llegada de Víctor Muñoz en la jornada 21 el equipo zaragocista es con 17 puntos el cuarto de la Liga, sólo superado por Barcelona, Real Madrid y Valencia. Casi nada.

COMPETICION IGUALADA Pero es que al buen momento del Zaragoza se le añade la igualdad --o mediocridad, según se mire-- de una Liga en la que Real Madrid, Valencia, Barcelona y Deportivo han puesto mucha distancia sobre el resto. Así, el Atlético es quinto con 45 puntos, ocho más que el Zaragoza, que a su vez tiene con respecto al Espanyol, que marca la zona de descenso, otros ocho --siete en la tabla más el goalaverage particular en caso de empate final--.

Es evidente que el irregular equipo colchonero, al que hay que visitar en el Calderón, queda un poco lejos --como también el descenso--, pero el Málaga, actual octavo, está a cinco puntos y el Villarreal, que le sigue en la clasificación, a sólo tres, es decir a un partido. "Hay que mirar siempre hacia arriba, con la intención de llegar lo más alto posible, porque los números demuestran que la Liga está muy equilibrada", remarcó Savio, una frase que contrasta vivamente con lo que se oía en la plantilla hace mes y medio, antes de empezar esta magnífica racha que acumula el Zaragoza. "Durante toda la temporada hemos tenido dudas y muchas dificultades, pero ahora ya hemos logrado la Copa, la clasificación para la UEFA y podemos terminar la Liga en un buen puesto", añadió el brasileño.

Pero queda dicho que lo primero es certificar la salvación. Y la intención de la plantilla es lograrlo cuanto antes. Un triunfo este domingo ante el Racing supondría alcanzar los 40 puntos y tener más de pie y medio en Primera la próxima temporada, ya que por lo visto hasta ahora no parece que la continuidad en la élite vaya a estar mucho más cara que esa cifra --el Espanyol suma 30 puntos en 30 jornadas, a ocho del final--. "Hay que ir partido y partido, ya se verá lo que puede venir. Estamos en racha, pero la meta es la permanencia, aunque después no nos marcamos techo. Lo que tenga que llegar, llegará", destacó Cani con una sonrisa en los labios que sirve de imagen perfecta para el gran momento del Zaragoza.