El prodigio deportivo de Eslovenia suena imposible. Los números no salen. Con dos millones de habitantes tienen dos de los deportistas jóvenes más talentosos y prometedores del mundo, pero los veinteañeros Luka Doncic, el mejor base de la NBA, y Tadej Pogacar, flamante ganador del Tour, no han surgido de la nada, ni por casualidad, ni están solos.

El doblete histórico en París, con el segundo puesto de Primoz Roglic, ha sido la gran eclosión mediática desde el gran escaparate del ciclismo, pero la República de Eslovenia es un semillero de deportistas de élite: tienen selecciones muy competitivas en hockey sobre hielo (campeones del mundo), baloncesto (campeones de Europa) o balonmano (bronce olímpico), fueron mundialistas en fútbol en 2010 y tocan a una medalla olímpica por cada 50.000 habitantes.

Los motivos que están detrás y las explicaciones al fenómeno tienen que ver con un modelo de entender la vida y el deporte implantado durante décadas y generaciones. Los eslovenos tenemos el deporte en la sangre, lo vivimos y lo practicamos durante toda la vida. Eslovenia es un país de excelentes deportistas jóvenes, recreativos y de alto nivel, explica Simona Kustec, ministra de Educación, Ciencia y Deportes de la República de Eslovenia.

De la NBA al Tour

Con la temporada NBA casi en la final y con el esloveno Goran Dragic a un paso con sus Miami Heat, el último reconocimiento de Luka Doncic, a sus 21 años y en su segunda temporada en la liga tras ganar todo en Europa, ha sido estar en el mejor quinteto de la temporada, otro récord (nadie lo hacía desde Tim Duncan) a sumar en su infinita lista.

El nuevo barbilampiño de moda en deporte mundial es esloveno y se llama Tadej Pogacar, ganador del Tour aún con 21 años. Además de con el ganador, y el gran favorito derrotado el último día, Roglic, Eslovenia llegó a París con otros tres corredores: Simon Spilak, Luka Mezgec y Matej Mohoric, el único en la carrera de los cinco eslovenos del equipo Bahrein.

Es un tema sobre la organización en los deportes. En el ciclismo se cosechan ahora los éxitos del trabajo de forma personalizada que iniciaron los clubs de ciclismo, como se hace en los deportes de invierno, explicó tras la exhibición eslovena en el Tour el embajador de Eslovenia en España, Robert Krmelj.

El nivel de los ciclistas eslovenos es una locura. Tenemos muchos deportistas de élite para ser solo 2 millones y siempre habíamos tenido ciclistas en el pelotón internacional, pero nunca con estos resultados, explicaba Primoz Roglic al finalizar el Tour, orgulloso pese a su dramática derrota final.

Es conocida su historia con los saltos de esquí, el deporte que practicó en su juventud como tantos otros niños eslovenos que viven en pequeñas urbes de montaña. En todo el país hay cultura de saltos de esquí, así que no le das muchas vueltas: en tu pueblo hay una rampa, vas y saltas. En Eslovenia es normal, cuando eres niño siempre te pones los esquís y sales a esquiar detrás de la casa, narraba Roglic, natural del montañoso pueblo de Trbovlje, en una entrevista en enero con VeloNews.

País de esquí

Los deportes de invierno son intrínsecos a Eslovenia, en todo el país hay pistas y trampolines de esquí. Entre sus estrellas más icónicas, la más grande entre los deportes de invierno, está la esquiadora Tina Maze, doble campeona olímpica en Sochi, además de dos platas en Vancouver. Una leyenda con un palmarés abrumador, que también ha proliferado en el cine o la música. Mi pueblo tiene mucha tradición en el esquí, todo el mundo aprende a esquiar y allí gané mi primera carrera. Todo sucedió de manera muy espontánea, explicaba en la misma línea en la web especializada ice a trail.

El hockey hielo es el otro gran deporte de invierno en la montañoso nación y Anze Kopitar es la mayor estrella en la historia de Eslovenia, capitán de la franquicia de la NHL estadounidense Los Ángeles Kings y el primer esloveno en ganar la Copa Stanley, el trofeo más prestigioso del mundo del hockey.

De padres a hijos

En un país que ha adoptado como festivo el Día del Deporte Esloveno (23 de septiembre, día de la primera medalla olímpica eslovena), proliferan en todas las ciudades los clubs deportivos de diversas modalidades con padres que enseñan a sus hijos. Otra clave es que Eslovenia invierte mucho en el deporte de cantera familiar. No es raro que el padre de Luka Doncic sea entrenador de baloncesto o que Ane Kopitar jugara con 15 años contra su padre en la liga eslovena de hockey sobre hielo. Tenemos una buena red de instalaciones públicas para practicar deporte y hemos potenciado el trabajo profesionalizado de los deportistas, señalan desde las autoridades.

Con todo, al final y como en todos sitios, el fútbol es religión en Eslovenia y el ex valencianista Zlatko Zahovic es el mesías hecho carne, el líder de la selección que consiguió ser mundialista en 2010. La siguiente generación ha deparado porteros entre los mejores del mundo: primero Samir Handanovic y ahora el atlético Jan Oblak. Además, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, es esloveno y también el prestigioso árbitro Skomina.

El número de medallas olímpicas per cápita está entre los 20 primeros del mundo (18) con 40 medallas desde la independencia en 1992. Aún bajo bandera yugoslava, los eslovenos consiguieron 24 medallas, entre ellas las tres de oro del gimnasta Leon Stukelj en Ámsterdam 1928.