Son el ejemplo de pirámide perfecta. El Stadium Casablanca desde la base a la élite cuenta con una estructura de 34 equipos y 350 jugadores. Es la cantera de baloncesto más potente de Aragón y su versión femenina es de las mejores del panorama nacional con el Stadium Casablanca Mann Filter de la Liga Femenina en la punta del iceberg. Los dos últimos grandes éxitos fueron la Minicopa infantil y el pasado fin de semana hizo historia el equipo femenino cadete llevándose la plata en el Nacional celebrado en Punta Umbría. En la gran final solo les pudo vencer el potente Sant Adriá por 45-68 al equipo dirigido por Santi Pérez.

«Estamos en el camino correcto. Pero no vamos a detenernos aquí. Somos ambiciosos y nuestro principal éxito sería ver a nuestras jóvenes promesas participando en el primer equipo con asiduidad a medio plazo», explica Pérez, que tiene claro cuál es el objetivo de todos los equipos de la base. «La sección quiere destacar por su trabajo, sus éxitos, pero también por sus valores. Es en la mezcla entre lo social y el rendimiento donde esperamos que las jugadoras se diviertan, pero que las que lo deseen y tengan capacidades puedan alcanzar el mayor nivel posible, y si este es en el primer equipo, las puertas estarán abiertas», dice Pérez.

El Stadium llegaba como uno de las tapados de la competición. Pero dio la gran sorpresa. «Llegábamos con ilusión de competir y ver cuándo encontrábamos un equipo mejor que nos exigiera tanto que nos apeara del campeonato. No queríamos caer en la fase de grupos. La medalla era un sueño que siempre existe. Pero tenía mucha confianza en la polivalencia de mis jugadoras».

Freddy Gimeno ha terminado su segundo año como delegado de la sección. Sucedió en el cargo a Carlos Navarro. «Esta temporada hemos ganado todos los Campeonatos de Aragón en mujeres y las cadetes han sido segundas de España. Hay que destacar que las júniors pelearon hasta el último momento de los octavos en el Campeonato de España. Ahora nos queda el Nacional infantil en Pontevedra. Vamos con un buen grupo y competirán arriba».

La base se cimenta en la escuela para niños de 4 y 5 años que lleva Paola Mercadal. «Hay que tener la mayor base posible, muchas horas de trabajo, muy buenos entrenadores en la base para ir consiguiendo resultados. Nuestra meta es que las jugadoras lleguen a la Liga Femenina». Los objetivos son formativos y competitivos a la vez. «Queremos tener jugadores de club. Tenemos cuatro equipos cadetes en chicas y el cuarto no cuenta con una exigencia de competición de sacar horas de cualquier manera para ir a un Nacional. Pero tienen su espacio de valores en el deporte y con un perfil más social».

Gimeno compitió con el Stadium y sus tres hijos han jugado al baloncesto. Con el cambio de delegado, le quiso dar un toque personal a la sección. «No me basé en lo anterior y miré hacia adelante. Lo principal era acertar con las personas y hacernos con buenos entrenadores. La labor de Daniel Herrero como coordinador es vital y su tarea no es fácil. Son 34 equipos y 700 padres», reconoce.

Dentro del organigrama Víctor Lapeña tiene el poder de decisión máximo en la estructura de la sección. «Él conoce todo y los dos meses siguientes a la terminación de la Liga Femenina vuelca su actividad en la cantera. El nexo de unión del primer equipo con la cantera es de Santi Pérez. Su objetivo es plasmar cómo queremos entrenar en júnior y cadete para que cuando suban al primer equipo el salto no sea muy grande». El conocimiento exhaustivo de todas los jugadores de la cantera lo tiene Daniel Herrero. La comunicación a cuatro bandas se completa con Freddy GImeno. «Mi responsabilidad es cumplir el presupuesto y con el dinero hacerlo lo mejor posible. Hay que ser creativo y buscar ingresos adicionales», concluye.