Fue un regalo de Reyes. Jorge Prado (Lugo, 5 de enero del 2001) nació la noche de los Magos. Ahora que está tan de moda asombrarse por la manera que el equilibrista Toni Bou y el portentoso Marc Márquez conquistan sus victorias y acumulan títulos, no estaría de más recordar que Prado está considerado, por el mundo del motocrós, como el mayor prodigio del nuevo siglo.

Este joven es el actual campeón del Mundo, con solo 18 años (perdón, ya lo fue con 17) de la categoría MX2, la sala de espera de los grandísimos campeones. El domingo volvió a arrasar en Loket (República Checa) ganando las dos mangas del Mundial (lleva 22 triunfos de 26 posibles).

Cuando Jorge tenía 10 años, por vez primera en la historia, una marca, la fabulosa KTM, se atrevió a contratar al primer niño-campeón. Los Prado García se instalaron en un pueblecito, llamado Lommel, en la frontera entre Bélgica y Holanda. A los 7 años, ganó su primera carrera; a los 9, campeón de España; a los 10, campeón del mundo de 65cc; a los 15, hizo podio en su primer GP de MX-2 (Assen-2016), a los 16 ganó su primer GP de MX2, en Trentino-2017, y, a los 17, se proclamó campeón del mundo. El belga Stefan Everts, 10 veces campeón del mundo, está convencido que estamos «frente al muchacho que marcará el futuro».