El Mundial arrancó en el circuito semiurbano de Melbourne, en Australia, y lo hizo con el dominio arrollador de los dos Ferrari pese a que muchos pronosticaron que los neumáticos Bridgestone no estarían a la altura de los monoplazas rojos. Fernando Alonso hizo una excelente carrera, lejos de los dos primeros puestos, cierto, pero subió al podio.

Más color en Malaisia, pero parecido resultado. Michael Schumacher repitió y, en esta ocasión, lo único que sucedió es que su escudero Rubens Barrichelo no estuvo acertado. Se le escapó, eso sí, la vuelta rápida, que fue para Juan Pablo Montoya. Jenson Button y su BAR-Honda ya se colaron en el podio. Y Fernando Alonso siguió en los puntos. Fue séptimo.

Vuelta a la normalidad en el lujoso bautizo, con el rey de España, monarcas y príncipes en las tribunas, del trazado de Bahrain. Los Ferrari no fallaron y lograron el doblete: Michael Schumacher y Rubens Barrichello. El alemán repitió triplete: ´pole´, vuelta rápida y victoria. Jenson Button repitió bronce con su flamante Honda y Fernando Alonso fue sexto.

Pelea con chispas entre Michael Schumacher y Juan Pablo Montoya. Victoria final del alemán, escoltado por un portentoso Jenson Button, que hasta logró la ´pole´. Fernando Alonso hizo una espectacular remontada y, al final, incluso chocó con Ralf Schumacher --ambos fueron amonestados-- para concluir en una espléndida cuarta posición.