Otro hito más para la SDHuesca, que no solo regresará a Primera División la próxima temporada sino que lo hará como el campeón de Segunda después de ganar por 0-1 en Gijón y que el Cádiz, anterior líder, cayera en casa ante el Albacete en el último suspiro. Un broche de oro a una temporada verdaderamente extraordinaria y con un final brillante del equipo aragonés, que vuelve a la élite por la puerta grande.

Los dos equipos salieron con un juego alegre y fue el equipo de Míchel el que, poco a poco, se hizo con el control del balón. La primera llegada fue rojiblanca pero la resolvió bien Pulido y respondió Mboula con un remate desde el borde del área que salió muy alto pero que supuso el inicio del dominio visitante. El Huesca se hizo con el control del centro del campo con Nwakali, Eugeni y Cristo y con desplazamientos rápidos sobre los extremos el juego se desarrolló principalmente en el medio campo del Sporting, que buscaba alguna contra con la que sorprender a los aragoneses.

Los oscenses pudieron adelantarse en el marcador en un gran remate de Cristo al que respondió Mariño con una gran parada enviando el balón a córner, cuyo lanzamiento fue rematado alto por Pulido y el marcador no se movió. Un error en la zaga del Huesca en una de las escasas llegadas rojiblancas al área de Yáñez no fue aprovechada por Carmona, que disparó fuerte pero muy desviado en la ocasión más clara para los gijoneses de toda la primera parte.

La segunda parte se inició sin cambios y con la misma tónica que la primera ya que el Huesca pero Michel tardó apenas siete minutos en hacer el primero dando entrada a Okazaki en lugar de Rafa Mir poco antes de un nuevo remate fallido de Cristo, que seguía muy activo pero sin acierto en sus remates. El Sporting puso una marcha más a sus acciones, se sacudió el dominio aragonés y empezó a rondar las inmediaciones del área de Yáñez. Pero una pérdida del recién incorporado Javi Fuego en el centro del campo propició una contra del Huesca en la que Okazaki vio la llegada de Sergi Gómez, que se internó en el área y centró hacia el punto de penalti donde Cristo, esta vez sí, superó a Mariño con un potente disparo a media altura. El Sporting solo tuvo una ocasión más y el marcador no se movió.