Los jugadores del Borja están como un chico con zapatos nuevos. Y no es que hayan cambiado sus botas: en su campo se ha instalado césped artificial, que los equipos de la localidad pudieron ya disfrutar hace dos jornadas. Esta mejora ha sido posible gracias a la empresa Mondo Tufting, especializada en la fabricación de césped artificial, que precisamente posee una sede en Borja.

"La idea partió del Ayuntamiento de Borja y de Mondo", explica Pablo Arrieta, presidente del Borja. "Las obras las ha asumido el ayuntamiento, y el material lo aporta la empresa, ya que supone un magnífico escaparate para dar a conocer sus productos". De hecho, algunos clubs de Primera División se han acercado hasta Borja para conocer sus características. Y no es para menos: el nuevo terreno cuenta con un césped artificial de última generación, que según el presidente del club "es de los mejores, no sólo de España, sino de toda Europa". Arrieta señala alguna de las bondades de este nuevo terreno de juego: "No es el típico césped artificial, con regarlo una vez por semana se mantiene en perfectas condiciones". El nuevo césped, además, se adapta al juego del Borja. "Nosotros no somos un equipo que juegue al gorrazo", comenta Arrieta. "y éste es un campo muy técnico, nos va bien". En el primer partido que disputó el Borja, el pasado 17 de octubre, el resultado final fue de 0-0, ante el Illueca, pero el día anterior, el equipo juvenil venció por 9-0 al Sadabense, mientras que el cadete, que fue el primero en probarlo , también gano por 3-0 al Gallur.

No obstante, la inauguración oficial del campo aún se demorará algunas semanas, ya que no es el césped lo único nuevo que tendrá el estadio. Las gradas también van a cambiar, a pesar de que las existentes tienen una historia detrás: provienen del antiguo campo de Sarriá, del Español, y fueron donadas por el entonces presidente del club periquito , Manuel Meler, cuando el estadio catalán fue remodelado. "Manuel Meler era oriundo de Borja", recuerda Pablo Arrieta, "y ahora nuestro campo de fútbol lleva su nombre". El presidente del Borja no oculta que la sustitución de estas gradas le produce "mucha pena", y recuerda una anécdota curiosa respecto a ellas. "Un aficionado de Maleján, un pueblo cerca de aquí, era socio del Español. Cuando vino al campo de Borja, encontró en las gradas su antiguo número de asiento".