Pacheco, con un obús en el minuto 77 del partido ante el Alcorcón, resuelto con victoria del Zaragoza por 3-1, fue el último en perforar una portería que en los últimos tiempos tiene el candado más que echado, con solo cinco goles encajados en las últimas nueve jornadas, un dato clave en la reacción del equipo desde que tocó fondo en Jaén. El caso es que Leo Franco no pudo detener el disparo lejano de Pacheco, pero después no ha tenido que recoger ni un balón más de sus redes para acumular ahora 193 minutos sin encajar gol.

Hoy, si suma su tercer partido seguido sin ser batido, establecerá un doble récord en este curso: será la primera vez que esa ausencia de goles encajados llegue hasta tres citas consecutivas e impondrá un nuevo registro de minutos seguidos sin recibir una diana. El meta argentino, sin duda el zaragocista que mayor regularidad ha tenido todo el curso, dejó su portería a cero en el empate ante el Hércules, donde sacó con los pies un disparo envenenado de Ferreiro y en Miranda, donde hizo dos buenas intervenciones en un remate de Infante y en un cabezazo de De Cerio. Al Zaragoza, en su mejoría global, le llegan menos que al inicio de Liga, pero no es menos cierto que Leo Franco sigue mostrándose seguro en la mayoría de las acciones.

El Zaragoza, como ahora, ya fue capaz de estar dos partidos seguidos sin recibir gol. Lo hizo en las jornadas 15 y 16, ante el Girona y la UD Las Palmas, con lo que acumuló un total de 266 minutos sin encajar desde que Víctor Curto cerró la dolorosa derrota en Jaén (3-0) hasta que Uli Dávila marcó el empate del Córdoba en La Romareda, un duelo que resolvería José Mari con fortuna en el descuento. Hoy, si Leo Franco vuelve a echar el candado en su portería se llegará a los 273 minutos.

Así que el Zaragoza, que ha dejado su portería inmaculada en un total de siete partidos en toda la Liga, ha sumado 20 puntos en las nueve últimas jornadas, con seis victorias, dos empates y una derrota. Ahí, solo le han marcado el Sporting (2), el Córdoba (1), el Sabadell (1), el único que le ganó, y el Alcorcón (1). Un dato que deja claro que el camino al ascenso a Primera pasa de forma ineludible por la fortaleza atrás, porque no se derribe el muro que se ha levantado.