Candanchú bajó el telón de una intensa Copa Aragonesa de esquí de montaña. Comenzó en Cerler el 4 de febrero con el XVIII Memorial del Recuerdo. Continuó con el Trofeo Panticosa-Los Lagos y la Travesía Pirineos en los alrededores del Balneario de Panticosa y terminó el pasado domingo con la XXII Travesía del Valle del Aragón. Al final, los ganadores de la Copa Aragonesa fueron Mónica Sáez y Luis Alberto Hernando.

La competición que se disputó en Candanchú repartía el título del Campeonato de Aragón por equipos y era la última prueba de la IX Liga Popular. La organizaba Adecom y su director técnico es Ramón Bellera. Lo mejor fue la climatología. «Fue de diez. Hizo un día de sol y de calor y, si hubiéramos tenido algún grado menos, habría sido mejor. Al principio el recorrido iba por una cara norte y la nieve era dura y los últimos corredores la tuvieron más húmeda». La nieve era abundante en el recorrido. «El fin de semana anterior cayeron 40 centímetros y se veían aludes que se producían por el calor», indica.

La carrera larga tenía 16 kilómetros, 2.000 metros de desnivel positivo, cinco subidas y las mismas bajadas. «Comenzaba en la zona de los Príncipes de Candanchú, para subir al Tobazo por Carabineros. Bajaban hacia La Rinconada de Candanchú para remontar al mismo collado del Paso de Pastor y se dirigían hacia la Tuca Blanca, la zona más alta de Candanchú, a 2.300 metros. Después bajaban hacia Loma Verde hasta la altura de la Cueva de los Contrabandistas y de allí subían a la Tuca Blanca. Más tarde atacaban el barranco de Tortiellas hasta el ibón de Tortiellas y regresaban a la Tuca Blanca donde se quitaron los esquís en una canal. Al final bajaron por el famoso Tubo de la Zapatilla». Solo bajaron este tramo los sénior masculinos. «Al resto les cortamos en La Tuca, porque es una zona muy técnica. Allí hay zonas de 50 grados de inclinación y tomamos los tiempos en la Tuca Blanca. La última bajada fue por pista», explica Bellera.

Punto crítico

El tramo más exigente fue la subida al ibón de Tortiellas hacia la Tuca Blanca. «Allí no corre el aire y esa zona es como una olla. Las temperaturas a esas horas de la mañana eran altas y tuvimos la opción de colocarles un avituallamiento sobre el terreno cuando salían de la canal y así no terminaban desfallecidos por el sol. Les quedaba poco para coronar la Tuca Blanca». También fue clave la primera subida al Tobazo con nieve dura.

Ganó el equipo compuesto por Kiko Navarro y Luis Alberto Hernando. «El problema es que al inicio Hernando rompió un esquí. Arriba de la Zapatilla había un controlador con un esquí con su número de bota, se lo dejó y Herando entró en meta». Los segundos fueron los madrileños Burgos y Velázquez y los terceros, los galos Thevin y Asserquet. No participaron equipos femeninos.

Ramón Bellera está contento con el número de participantes. «De la selección aragonesa solo estuvieron Nacho Cabal y Toni Blanco. Salieron 64 personas y una semana antes no había ningún inscrito. Entonces estaba un poco asustado», reconoce.

La prueba contó con 40 voluntarios. «Se colocaron en las transiciones, en los tres tramos que había que subir a pie en las canales, en los avituallamientos y en la línea de meta». Había otros tres recorridos. «El B de 1.650 metros de desnivel era para las chicas y los júniors masculinos, el C que era popular, para los cadetes y júnior y había otro de iniciación», concluye Ramón Bellera.