Cani acudió ayer a última hora de la tarde a la Clínica Quirón para pasar revisión y que se le fuera retirado el drenaje --los tapones que llevaba en la nariz-- después de la intervención por la doble fractura del tabique nasal y la rotura de los huesos propios que vivió el sábado, pocas horas después de que el jugador del Athletic Del Horno le propinara un brutal codazo. La revisión deparó buenas noticias para el Niño, ya que la evolución es buena, no hay dolor y, de este modo, hoy por la mañana podrá ejercitarse con sus compañeros, aunque lo haga provisto de una máscara para proteger la zona afectada.

El jugador zaragocista va a tener que llevar la escayola durante una semana más y, cuando se entrene, tendrá que sustituirla por la máscara. Con ella, en teoría, puede jugar y así lo aseguraron ayer los servicios médicos del club, aunque todo depende de cómo se vaya encontrando el futbolista con la protección estos días --es incómodo jugar con ella-- y si se siente seguro. Además, la probable anulación de la amarilla, y de la correspondiente sanción, a Galletti puede hacer optar a Víctor por dar descanso al mediapunta zaragozano, que desde el primer momento ha mostrado su deseo de saltar al césped. Así, las posibilidades de ver al Niño de la máscara ante el Sevilla no son muchas.

Precisamente en el Sevilla no eludieron analizar el tremendo codazo del jugador del Athletic a Cani y lo hizo, con su habitual claridad, el exzaragocista Pablo Alfaro. "Muchas veces demonizamos un montón de cosas y de lances, que han sucedido durante toda las historia del fútbol, pero lo que es cierto es que depende de quién las cometa y de en qué equipo juegue, se ve de una forma o de otra. Y eso es lo que no es justo. Yo, si hago una de ésas, tengo portadas durante tres meses", comentó el central sevillista. Del Horno no ha tenido ni una ínfima parte de esas portadas y, además, el Comité de Competición declinó entrar ayer de oficio en su acción.