El perro es el mejor amigo del hombre. Y no solo sirve para hacerle compañía, sino que pueden formar un binomio fantástico si se ponen a correr juntos. Por eso nació una modalidad como es el canicross. Ahora es un deporte que tiene cada día más aceptación. Prueba de ello es que en Aragón se creó una Liga que el próximo fin de semana alcanzará su tercera edición. Se denomina el III Desafío Aragonés de Canicross. La primera prueba se disputa el 18 de noviembre en Monzón. El 13 de enero llegará la segunda carrera con el II Canicross Contrebia Belaisca en Botorrita. El 17 de febrero llega el Extrem Oscanicross en Arguis y finaliza el circuito el 31 de marzo el Canicross Villa de Broto.

El triatleta Javier Clavero es uno de los impulsores de la modalidad en Aragón y organiza la prueba de Botorrita. «Hace cinco años adopté una perra mestiza bodeguera de ocho kilos y como era muy nerviosa y yo hago triatlón, la llevé a correr y vi que le gustaba», afirma. Ahora ya se entrenan juntos de manera habitual. «Corro dos días a la semana con ella. Troto por mi cuenta y ella va a mi lado. A veces va suelta y cuando se acerca la época de las carreras va atada para acostumbrarse a tirar». No llega a hacer entrenamientos específicos con ella. «Pero hay gente que hace series de 400 metros con ella. Los perros van sobrados. Llegan a correr en 40 segundos los más entrenados y a 60 por hora. Tienen más velocidad punta que una persona», explica.

Perros de competición

Las pruebas de canicross tienen una distancia media de ocho kilómetros. «Los perros tiran del dueño y un animal entrenado puede ir toda la carrera a tres minutos el kilómetro sin ningún problema. Pero tirar del dueño les lastra. Bajan mejor que suben y te pueden tirar al suelo. En las curvas no frenan nada». Los perros de competición suelen ser de caza. «Ahora se buscan mezclas de perros de tiro con potencia y fuerza con la resistencia de un perro de caza». El canicross se engloba dentro del mussing y está en la Federación de Deportes de Invierno. «Hay Europeos, Mundiales y Nacionales. En Aragón hay poca tradición y la Liga se inició hace tres años», dice. En Aragón, el único club específico es el Mussing Monegros y cuenta con la asociación llamada Canicross Aragón. «El objetivo es promover la actividad y que la gente se anime a competir y que disfrute», dice.

El periodo competitivo de un perro se prolonga durante ocho años. «No recomendaría a nadie que con un perro de diez años se ponga a hacer canicross. Lo normal es comenzar con ocho o nueve meses y con un año empezar a competir». Su alimentación es específica. «En periodo competitivo algunos les dan vitaminas, minerales y protectores para proteger las articulaciones. La comida consiste en pienso de alta energía si el perro entrena mucho». Los animales compiten a un máximo de 20 grados. «Por encima está prohibido competir. De 16 a 20 grados deben ser carreras muy cortitas y con más frío son distancias de seis a ocho kilómetros».

Los perros no tienen la capacidad de sufrimiento de un hombre. «Cuando lo empiezan a pasar mal bajan el ritmo y se llegan a parar. El perro siempre tiene que correr por delante del dueño y como mucho a la par. El ritmo lo marca el perro. Cuando la persona no puede más, el animal tira de ti. Hace la labor de un motor en una bicicleta eléctrica». Un perro puede entrenar cuatro días a la semana. «Suelto hace un fartlek (cambios de ritmo) perfecto, otros dos días va atado y el último en un entrenamiento con otros perros», dice.

El canicross es algo más que un deporte. «Es la relación entre el propietario y el perro, es como hacer una carrera con tus hijos. El día que la gente se compre un perro para ganar carreras perderá la esencia este deporte». El perro lleva un arnés de tiro. «No cruza por las patas delanteras y lo lleva cruzado a la espalda. Hay una línea de tiro que lleva un elástico que evita que los tirones repercutan en la espalda del corredor. El cinturón ancho va unido a la línea de tiro».

En la prueba inaugural de Monzón se espera un centenar de parejas. «Es un circuito llano de tierra de 4 kilómetros. La salida es masiva con las categorías sénior, júnior y veteranos. Cualquier perro es válido». El recorrido de Botorrita es llano y tiene 8 kilómetros. «Arguis y Broto son trazados más difíciles y se buscan circuitos duros», concluye Clavero.