Ona Carbonell está pisando las cotas míticas alcanzadas por Gemma Mengual en la sincronizada. La nadadora barcelonesa de 27 años alcanzó, con su plata de ayer en la final de solo libre, su medalla número 20 en Mundiales, con lo que igualó el número de podios alcanzados por Mengual, retirada el año pasada tras participar en sus cuartos Juegos Olímpicos en Río, precisamente formando pareja con Carbonell en dúo. La histórica aportación de Mengual parecía inalcanzable, pero nada parece imposible para esta espigada (1,74 por 54 kilos) y tenaz nadadora catalana que ayer se alzó con su segunda medalla de plata en Budapest, con lo que mejora ligeramente su botín de hace dos años en Kazán, donde logró una plata (solo técnico) y un bronce (solo libre).

Carbonell no falló en el solo libre de ayer, en que logró su mejor puntuación (95,0333) para situarse a poco más de un punto de la imbatible rusa Svetlana Kolesnichenko (96,1333), que a su 23 años acumula ya 15 títulos mundiales, tres de ellos en Budapest, con los dos de solo y el duo técnico. La nadadora catalana tejió un colchón de seguridad sobre la ucraniana Anna Voloshyna (93,3000) gracias a una gran interpretación de la música Padam Padam de Edith Piaf. «Ha sido muy emocionante porque me he quedado más cerca que nunca del oro. Algunas jueces me han felicitado por la rutina presentada», aseguró Carbonell.