Carla Suárez sigue adelante en el Abierto de EEUU de tenis. La jugadora grancanaria, que mañana cumple 30 años, se regaló un gran partido en el cuarto y último Grand Slam de la temporada y accedió a la ronda de octavos de final tras eliminar a la francesa Caroline Garcia en un gran partido, en el que la española remontó y acabó solventando en el desempate del tercer set: 5-7, 6-4 y 7-6 (7-4).

La francesa, sexta del ránking mundial, no pudo con la pequeña (1,62) pero sólida jugadora española (24 del mundo), que luchó todos los puntos y a quien no se le encogió el brazo ni en los momentos de más tensión en las dos horas y 25 minutos que duró el choque. El ejemplo fue el revés paralelo con el que sorprendió a Garcia para acabar el partido.

Carla Suárez se medirá ahora con la vencedora del encuentro entre la rusa Maria Sharapova, una excampeona en Nueva York (2006), y la letona Jelena Ostapenko, ganadora de otro grande (Roland Garros 2017). De conseguir una nueva victoria, la cuarta consecutiva, la española igualaría los cuartos de final que alcanzó en el US Open en el año 2013, una vez igualada ya la cuarta ronda a la que ha llegado en sus tres últimas participaciones en Nueva York. La española no ha superado nunca la barrera de los cuartos de final en ninguno de los grandes, pero sí que ha llegado a ellos en seis ocasiones. Caroline Garcia, por su parte, nunca ha pasado de la tercera ronda en este último grande.

La jugadora española se mostró después del partido «muy feliz» de entrar en la segunda semana del torneo. «Ha sido una batalla muy dura, en la que sabía que debía mantenerme agresiva, porque ella también lo es, y sobre todo muy concentrada todo el tiempo, como así ha sido. Estoy feliz porque si das todo lo que tienes, no se te puede pedir más». Suárez y Rafael Nadal son los dos únicos españoles supervivientes, tras la eliminación del viernes de Fernando Verdasco a manos del argentino Del Potro.

Mientras Roger Federer barrió ayer a Nick Kyrgios en tres sets (6-4, 6-1 y 7-5), el número 1 del tenis mundial sufrió de lo lindo en la madrugada del sábado para levantar un partido que pintaba muy mal. Rafael Nadal sacó adelante de madrugada un partidazo jugado sin piedad ante Karen Khachanov por 5-7, 7-5, 7-6 (9-7) y 7-6 (7-3), en 4 horas y 23 minutos de juego, y podrá seguir aspirando a su 18º grande... si la rodilla derecha se lo permite.