Son los pequeños detalles los que hacen grande a una carrera. Por esto la KDRTRAIL en tan solo seis ediciones ya cuenta con 800 participantes, un centenar de voluntarios y ya roza la perfección gracias al mimo con los que un grupo de entusiastas organizan la prueba desértica. Es el pequeño milagro de un pueblo como Cadrete de 3.000 habitantes.

La prueba se desdobló en tres distancias. Son los 26 kilómetros de Las Crestas del Bisonte, que ganaron Marcos López y Sara Guerin, los 15.500 metros del Instinto Salvaje (vencieron Jesús Olmos y Presen Puyal) y la novedad de los 5.300 metros de la Vuelta al Castillo, en la que se impusieron Sergi Abad y Elsa Ramos. Nadie se podía perder en unos recorridos perfectamente señalizados en un territorio estepario plagado de planicies, crestas y barrancos por el entorno de La Plana de María. Muchos voluntarios se colocaron en los puntos conflictivos, las numerosas señales eran de plástico rojo y también se colocaron carteles.

La KDRTRAIL es el mejor ejemplo posible de cuidado con el entorno natural. Una vez que pasó el farolillo rojo de la carrera, un grupo de atletas quitaban todas las señales y limpiaban todos los desperdicios. «Entrenamos a diario en nuestros montes y nos gusta mucho la naturaleza. Queremos que esté todo limpio. Los atletas escoba van recogiendo balizas, los voluntarios de cada punto hacen lo mismo y los avituallamientos recogen las botellas. Una hora después de la carrera salieron dos compañeros para recoger todo lo que había quedado. Tres horas después de la carrera estaba todo limpio», indica.

La carrera ha crecido y ha sido conocida gracias a las redes sociales. Este año contó con la ayuda de la empresa Birdcom Comunicación y Diseño y el patrocinador principal es Entretenium Parques Infantiles. También se ha mimado al corredor popular. «En febrero se hizo una quedada en la que hubo 450 personas. Eso indica que lo estamos haciendo bien. Por otro lado, metimos una carrera más para acercar a la gente que no compite en montaña con 160 participantes. Era la Vuelta al Castillo. Y dimos 126 trofeos en total», indica Moreno.

La carrera la organiza el Club Running Cadrete y el director es Dani Moreno. «Vivo en Cadrete y en el 2012 se fundó el club. Me dijeron si podía organizar una carrera y todo el mundo se involucró, los compañeros de entrenamiento, la gente del pueblo y el Ayuntamiento de Cadrete». El primer año vinieron 300 personas. «Nos pareció muchísima gente, porque las carreras por montaña todavía no estaban en auge. Ese mismo año hicimos la nocturna de julio subiendo a La Plana». Cada año siguió creciendo. «En el 2016 las inscripciones duraron doce horas a cuatro meses de la carrera. Entonces nos dimos cuenta que habíamos creado un pequeño monstruo y la carrera era imparable», indica.

La carrera la organizan un grupo de amigos. «El balizaje es responsabilidad de David Sanboned y Miguel García, Sergio Clemente está en el tema de emergencias y Cristo Armas lleva la logística». Moreno explica que en el recorrido de 27 kilómetros se pasa dos veces «por el mítico barranco de Las Almunias. También hemos metido sendas nuevas. Se ha introducido el barranco de La Ceja con la Senda Nueva y se acaba en el famoso Ojo. Esa es la zona más bonita y en el kilómetro 21 se llega a la zona aérea del Muro».