Nadie lleva el número 2 en el Barcelona. Hace más de un año, y pese al encomiable y elogioso esfuerzo que ha hecho Sergi Roberto para refundarse como jugador en una posición que no era la suya (lateral derecho), que nadie es dueño de ese carril. El Barça ha tenido tiempo (ocho años duró la era del inimitable Dani Alves) y dinero (invirtió 35 millones y medio en tres jugadores para suplir al brasileño). Pero ni con tiempo ni con dinero ha encontrado a un fiable inquilino de la banda derecha.

Mientras Alves va camino del reencuentro con Guardiola, pero en el Manchester City, asumiendo, ya con 34 años, un rol de suplente, el Barça necesita invertir otra fortuna en un lateral diestro que no tiene. Héctor Bellerín (Arsenal) y Nelson Semedo (Benfica) son los dos grandes candidatos. Ninguno es barato, más bien todo lo contrario. El mercado también sabe que el Barcelona necesita un lateral, incapaz de hallar una solución durante los días de esplendor de Alves.

Por encima de 40 millones

Obligado a no fallar, la operación se situaría en unos términos económicos (por encima de los 40 millones de euros), superiores a los pagados en su día por el brasileño. Con el problema añadido de que Bellerín, uno de los grandes objetivos, renovó el pasado mes de noviembre por el Arsenal. Y el contrato, que le situaba ya como uno de los mejor pagados, se extendía hasta el 2023. «He estado aquí mucho tiempo, siento que esta es mi casa y esto es lo correcto», proclamó entonces un feliz Bellerín. De momento, y a diferencia de Verratti, el lateral catalán (22 años), no ha presionado públicamente para volver a vestir la azulgrana.

La opción B tampoco es asequible porque el Benfica ha tasado en 40 millones, como mínimo, a Semedo, uno de los laterales derechos más prometedores del fútbol europeo, representado por Jorge Mendes, con quien se reunió esta semana la cúpula deportiva azulgrana. A Semedo (23 años) lo pretende también el United de Mourinho y el Barça no quiere quedarse fuera. El especialista en el flanco derecho que no tiene desde que se fue Dani Alves a la Juventus dejando, eso sí, como él mismo reconoció, «una hostia con clase» a la directiva de Bartomeu, que no vio ni un solo euro en esta operación.