Tercera jornada, dos derrotas y solo tres oportunidades por delante. Al Casademont Zaragoza se le agotan las opciones de estar en las semifinales de la Liga Endesa, un premio mayúsculo para su excelente temporada. Ha perdido ya contra los dos que encabezan el grupo invictos y este lunes debe ganar al otro equipo que tampoco lo ha hecho todavía, el Morabanc Andorra (21.30 horas) para no despedirse definitivamente. Más allá de resultados, el equipo de Fisac debe seguir creciendo y fogueando a los más jóvenes de la casa pensando ya en la próxima temporada.

El conjunto aragonés ha competido razonablemente bien teniendo en cuenta las cuatro bajas importantes con las que llegó a Valencia. No le ha servido para ganar pero estuvo en partido contra el Burgos hasta el final y pasó por encima del Valencia durante buena parte del segundo choque. Hasta que se le acabó la batería. Ese es el gran hándicap con el que debe lidiar Porfirio Fisac. El reparto de minutos de tal manera que pueda haber en pista un equipo lo suficientemente competitivo como para poder ganar pero sin quemar a jugadores clave. Difícil equilibrio.

Los problemas interiores motivados por las ausencias por diferentes motivos de Vázquez, Thompson y Justiz han mermado el juego interior aragonés y dejado las opciones de triunfo en manos de sus tiradores exteriores. Su rival de hoy también ha tenido problemas de ese tipo, aunque menos y los ha intentado resolver con un fichaje para disputar estos encuentros por el título. El conjunto del Principado se quedó sin Diagné ni Musli para esta fase final y de reforzó con el pívot Babatunde Olumuyiwa. Pero no le ha ido bien en Valencia hasta el momento. La inconsistencia defensiva les ha llevado a perder contra el Valencia y el Gran Canaria. Ante estos últimos, encajando muchos puntos (104).

Es la última oportunidad de engancharse para ambos, teniendo en cuenta que los dos tienen que enfrentarse aún al Madrid. El Casademont, no obstante, debe mirar también más allá de Valencia. Ante el equipo local Fisac dio más minutos a los jóvenes y los partidos que quedan pueden ser una magnífica oportunidad para ellos. Minutos de competición ante rivales de primera línea para que vayan aprendiendo lo que les espera el curso que viene. Esa será también una buena victoria para el equipo aragonés. Lo que tenía que hacer esta temporada ya lo hizo hasta que apareció el coronavirus para llevárselo todo por delante.