El Casademont Zaragoza visita este sábado la siempre complicada pista del IDK Euskotren con el objetivo de poner fin a su racha de derrotas y sumar su quinto triunfo de la temporada (18.00 horas). Un exigente reto en el que Carlos Iglesias podrá contar con todas sus jugadoras, incluida Laura Nicholls pese al esguince de tobillo que arrastra, ante un equipo que, a falta de tres jornadas para finalizar la primera vuelta, se está jugando el billete para estar en la próxima Copa de la Reina.

Con escasas opciones de alcanzar uno de los ocho puestos que dan acceso a la competición copera, el Casademont Zaragoza se centra en seguir creciendo como equipo e intentar engrosar su casillero de victorias. Las dos últimas derrotas ante Perfumerías Avenida (92-73) y Movistar Estudiantes (64-85) han evidenciado el gran margen de mejora de un equipo que se estrena en la Liga Femenina Endesa y que sigue peleando por encontrar la regularidad.

En cuanto al rival, acostumbrado a pelear en la zona noble de la tabla, el conjunto que dirige Azu Muguruza quiere cerrar cuanto antes su presencia en la Copa y hacerlo aprovechando partidos en casa como el de este sábado.

Al contrario que las zaragozanas, las donostiarras llegan al choque con la intención de volver a ganar tras caer en su visita al Spar Gran Canaria (72-66), después de haberse impuesto en el derbi vasco al Lointek Gernika Bizkaia (60-50). Con una mezcla de jugadoras internacionales con experiencia en la competición y nacionales, el IDK Euskotren tiene en Mariam Coulibaly, Meiya Tirera y Antonia Delaere, compañera de selección de Julie Vanloo, a sus tres jugadoras más destacadas.