El Casademont Zaragoza se juega la vida esta semana en sus dos encuentros de la Basketball Champions League. El primero de ellos será en la tarde de este martes (20.00 horas) contra el Dinamo Sassari. Un partido que llega en un mal momento, con el equipo en una pésima dinámica de resultados y de juego, pero que trae un brote de esperanza. Será la primera vez que Sergio Hernández pise el Príncipe Felipe con afición en las gradas del pabellón.

El club ha comunicado que hay 300 entradas disponibles para los abonados de esta temporada 2020-2021. Las reservas de estas comenzaron ayer a las 16.00 horas y terminan en la mañana de hoy, a las 9.00 horas. En caso de que se adquieran más del número prefijado, se hará un sorteo entre los que las hayan solicitado. De igual manera se hace para el encuentro del jueves ante el Nymburk, aunque la afición tiene que elegir entre un duelo y el otro, no podrá acudir a ambos.

Y así comenzarán los de Sergio Hernández una racha de tres partidos en cinco días (el tercero el sábado, de la ACB en Gran Canaria), que llegan después de una dura derrota contra el Bamberg a la que precedían dos consecutivas en la Liga Endesa. Ahora necesitan ganar ante su afición para poder seguir luchando por el principal objetivo del club esta temporada que es, tal y como comentó el Oveja en una rueda de prensa, ganar la Champions. También para hacer borrón y poder retomar la dinámica a la que el argentino había conseguido llevar al equipo y de la que no hace tanto. Los meses de enero y febrero fueron los mejores del curso.

Pero ahora que meter muchos puntos no les está sirviendo, porque el rival anota todavía más, el problema que siempre ha habido en defensa se muestra más claro. En marzo el equipo solo ha ganado dos partidos de los seis disputados, y precisamente han sido en los únicos en los que no ha encajado cien o más puntos. Tendrá que esmerarse principalmente en el aspecto defensivo para poder seguir luchando por los objetivos que se ha marcado para esta campaña.

Primero de grupo

El conjunto aragonés continúa primero del grupo L de la competición con dos victorias y una derrota, pero con un partido más que su perseguidor, el Nymburg (que acumula dos citas ganados). De esta manera, una victoria esta tarde podría ponerlo en una situación más favorable y darle algo de margen de error. Aunque también sería importante ganar contra el Nymburk el jueves, partido que había sido aplazado por casos de coronavirus en el equipo rival y en el que también estará presente la afición. Son ambos de suma relevancia porque llegan en un momento delicado moralmente para el equipo, que necesita romper esta mala dinámica cuanto antes, y si pudiese ser sacando un balance positivo de esta semana en la que les esperan tres encuentros.

La atención, sobre todo, está puesta en los partidos de la tarde del martes y en el de este jueves, porque la competición europea es la máxima ambición del equipo este curso. Pero también ayudaría a cambiar de racha hacer un buen partido contra el Gran Canaria fuera de casa el sábado. Por ahora, el técnico ha explicado que se han centrado en preparar el primer encuentro y lo demás se irá viendo.

El Oveja tiene que conseguir volver a sacar el máximo potencial de sus jugadores, que durante un período de la temporada han demostrado el nivel que pueden dar. En esta ocasión le alentará desde la grada la marea roja, 300 personas, que pueden acudir al ser encuentro europeo y es posible que sea de ayuda al conjunto aragonés.