El italiano Francesco Casagrande (Lampre) y el español Carlos Ramón Golbano (Paternina) no podrán tomar la salida mañana en la Vuelta a España, que se inicia en León con una contrarreloj por equipos. Los dos ciclistas no superaron ayer los rigurosos controles de sangre y orina realizados en la capital castellana por la Unión Ciclista Internacional (UCI). Casagrande y Golbano dieron una tasa de hematocrito superior al 50%. Al italiano, uno de los corredores más importantes de estos últimos años, se le detectó la elevada tasa de hematocrito con el sistema tradicional, mientras que al español se le descubrió con el nuevo método australiano , el mismo que se estrenó esta temporada en el Giro y el Tour de Francia y que impidió correr la ronda francesa al español Gorka González.

Tanto el Lampre como el Costa Almería-Paternina no podrán sustituir estas dos bajas con otros corredores por lo que la 59 edición de la Vuelta, que se correrá desde mañana hasta el 26 de septiembre, comenzará con 197 corredores repartidos en 21 equipos. Las bajas de Casagrande y Golbano son un serio aviso al resto de participantes, pues la Vuelta no ha querido desligarse del protocolo firmado con la AMA (Agencia Mundial Antidopaje).

LA DETECCION DE LA EPO El metódo australiano, utilizado también en los Juegos Olímpicos de Atenas, es un analizador hematológico de gran precisión que cruza, en la máquina de última generación Sysmex, los datos de la homoglobina y los de los reticulocitos (glóbulos rojos nuevos). Este sistema, más preciso que el tradicional, permite detectar con mayor exactitud los niveles de hematocritos en sangre al realizarse sobre la base de 19 parámetros. Si el nivel en sangre supera el 50% puede indicar la presencia en el organismo de la hormona eritropoietina, más conocida como EPO, que es considerada dopante y está totalmente prohibida por la UCI.

A los dos corredores se les ha privado temporalmente de sus licencias, que les serán devueltas dentro de 15 días si superan un nuevo control al que serán sometidos. Casagrande fue sancionado por nueve meses en 1999 cuando registró niveles altos de testosterona. "El aumento de la calidad de los controles hará que la Vuelta a España sea más seria. Hay que hacer lo que sea para intensificar la lucha contra el dopaje", declaró ayer Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, que estará en la salida.