El grupo de empresarios aragoneses que lidera Mariano Casasnovas aceleró ayer en su desembarco en el Zaragoza en una reunión, que algunas fuentes situaron en Madrid y otras en Sigüenza, con Agapito Iglesias donde se dieron, según este grupo, pasos decisivos para que la firma de la transacción de las acciones del soriano se realice en los primeros días de la próxima semana y hasta se tiene previsto salir a la escena pública en torno al jueves. Por ahí pasa el plan de Casasnovas, que por cierto acudió a esa reunión y por la tarde estuvo en el palco de La Romareda, aunque en un discreto segundo plano, ocupando una de las últimas filas del mismo.

Desde el entorno de este grupo siempre se ha mantenido un más que claro optimismo de ser la opción ganadora, los que desembarquen en el club. Una llegada que sería un tránsito para que el Zaragoza salve el match ball del 30 de junio, con los pagos pendientes, hasta la entrada posterior de un fondo inversor, para lo que tienen diferentes frentes abiertos. En los últimos días el grupo de Casasnovas asegura que ha tenido que cerrar disensiones internas y problemas de participación dentro de ese heterogéneo colectivo, que al final estará compuesto, según se afirmaba ayer, por 11 empresarios.

De hecho, entre ellos se ha negociado la aportación que cada uno tendrá en el aval de hasta ocho millones que exige Agapito para cubrir los pagos más inmediatos de la SAD. No va a ser un porcentaje proporcional sino que cada uno hará frente a una cantidad. En todo caso, el constructor soriano aseguraba en su círculo íntimo hace solo dos días que este grupo de Casasnovas aún no había presentado ese aval. Con todo, Agapito siempre se ha mostrado más partidario de este grupo que de la alternativa de Kadir Sheikh, del que ha recabado informes sobre su solvencia económica. El empresario pakistaní, nacionalizado alemán, sigue mostrando su optimismo en cerrar la operación y también espera noticias inminentes, a más tardar mañana o el martes.

DOS FASES Sheikh, con el que llegaría Nayim de director deportivo, desembarcaría en el Zaragoza en un primer momento solo, pero después se apoyaría en un grupo de empresarios, en un fondo alemán, para tratar de asumir la gran deuda que tiene el club aragonés y poder convertir el proyecto en viable.