El Casetas afronta hoy (16.30) en el campo de San Miguel los noventa minutos más importantes de toda la temporada ante el Alcalá, en un partido en el que a los caseteros sólo les vale la victoria para seguir dependiendo de sus propias fuerzas para evitar el descenso directo. El equipo que dirige José Ignacio Soler se juega prácticamente toda la temporada a una carta ante un rival directo y con el apoyo de su público para eludir el descenso directo y disputar la promoción de descenso.

La presión de la victoria fue disminuida en parte ayer al conocerse que los jugadores del Compostela han decidido concluir su huelga y jugarán lo que resta de temporada. La plantilla gallega, que no cobra desde hace unos meses, impide así la eliminación del equipo y su continuidad beneficia al Casetas al no tener que restar el punto que logró ante el Compos en la segunda vuelta.

Por su parte, el filial zaragocista depende en parte de lo que hagan los caseteros para no verse agobiados por el Alcalá, equipo ante el que tienen perdido la diferencia de goles particular y al que aventajan en dos puntos en estos momentos.

SIN OPCIONES El conjunto que entrena Jesús Solana, que no podrá contar con Capi y Zaparaín, convocados con el primer equipo, se enfrenta este mediodía (12.00) en Madrid a un Fuenlabrada situado en la zona media alta de la clasificación, sin opciones de luchar por los puestos que dan derecho a disputar la promoción de ascenso pero con la permanencia asegurada.

El equipo zaragocista intentará romper su pésima racha de cinco partidos sin conocer el sabor de la victoria y en los que sólo ha sumado dos puntos para evitar que aumenten los problemas. Su futuro es alentador, ya que la jornada siguiente le toca recibir al Compostela en el campo de La Romareda.