Dos hinchas ingleses que fueron deportados por Portugal por protagonizar altercados durante la Eurocopa la semana pasada han sido castigados por un tribunal a permanecer lejos de los estadios nacionales o extranjeros durante un periodo temporal de tres años.

Ricky Stables, de 19 años, y John Powey, de 20, deberán entregar sus pasaportes antes de cualquier partido que los equipos ingleses disputen fuera de su país. Si el pulso se disputa dentro de las fronteras de Inglaterra, tendrán que cumplir con una orden de alejamiento de los estadios de dos kilómetros.

Tres magistrados consideraron que la conducta de los dos hinchas había "avergonzado" al país."Es lamentable que los poderes de este tribunal estén limitados para actuar contra este comportamiento lamentable", dijo el presidente Gudrun Fickling. Stables y Powey fueron arrestados el lunes en Albufeira, tras cinco horas de altercados entre unos 400 aficionados.