No se espera un desenlace inminente en la contratación de un director deportivo, el tercero desde el aterrizaje de la Fundación Zaragoza 2032. La SAD sabe que la decisión no puede demorarse mucho para empezar a preparar el próximo curso, pero también que puede tomarse su tiempo en elegir a un candidato del que tienen un perfil definido. Así, las previsiones hablan de no irse más allá de mediados de marzo para cerrar esa contratación y ahora mismo el proceso está en la selección de los mejores candidatos para decidir sobre un elenco final donde haya varias opciones.

El club, a través de Luis Carlos Cuartero, su director general, ya ha sondeado a candidatos y también se está asesorando, obteniendo la mayor información y consejos posibles, para una decisión que es trascendental. El proceso que está llevando a cabo la SAD para esos contactos es hacerlo de manera indirecta para saber la disponibilidad y, una vez se tome la decisión definitiva, empezar la negociación. Y, claro está, el club ha recogido en estos días muchos ofrecimientos para el puesto, ya que el Zaragoza, por mucho que se encuentre sumido en una clara crisis, sigue siendo un destino apetecible, una entidad con historia y una masa social importante que muchos aspirantes desean que figure en su currículum profesional.

El perfil buscado, dentro de las estrechas arcas de la entidad, está delimitado en un director deportivo que tenga un amplio conocimiento en el mercado de Segunda y Segunda B, y en las ligas extranjeras a las que pueda acceder el club con su economía actual y que posea experiencia en el puesto, aunque con suficiente recorrido futuro.

Y, además, no se va a buscar una figura representativa en el zaragocismo, algo que sí lo tenía Juliá. No importa que quien llegue sea poco conocido para la afición sino que conozca bien el puesto y el mercado en el que se mueve el club porque la necesidad de acertar en este tercer candidato es vital. El Zaragoza, por su economía, necesita un proyecto para subir y para lograr un ascenso es fundamental acertar en la apuesta para el banquillo y equivocarse muy poco en los refuerzos y las bajas, tareas que recaen en la dirección deportiva.

Vaya por delante que, de momento, hay varios candidatos al puesto, pero uno de ellos, ya posicionado y contactado, y del que se han buscado referencias, es Manolo Salvador, exdirector deportivo del Levante hasta mayo pasado. Conoce bien tanto la Segunda como la Primera y ahora mismo se encuentra sin equipo.

El currículum

Manolo Salvador (Faura, Valencia, 27-11-1963) aterrizó en Orriols en 1997. Tras una temporada como jugador, colgó las botas y pasó a formar parte de la secretaría técnica del club, presidido entonces por Pedro Villarroel. Durante más de una década estuvo trabajando en la sombra. Sin embargo, a raíz del concurso de acreedores en 2008, dio un paso al frente. Con el club al borde de la desaparición y recién descendido a Segunda, asumió toda la autoridad en el terreno deportivo. Firmó un periodo brillante desde ese verano del 2008 hasta el final de la temporada 2012-13, con el ascenso a Primera, el liderato durante algunas jornadas y hasta llegar a competir en Europa. Sin embargo, en las tres últimas campañas llegó un declive que acabó con el descenso del Levante el curso pasado, aunque antes el director deportivo ya tenía decidido no renovar su contrato en el club levantinista.