Al Barça le falta un jugador. Un siete. Tiene a Arda Turan, que viste ese dorsal, y tiene a Gerard Deulofeu, que es especialista, pero el equipo echa de menos a un extremo derecho. Mejor dicho, lo echa de menos Ernesto Valverde, que en su carrera futbolística ocupaba esa demarcación. Tal vez por haber jugado toda su carrera de extremo el técnico sea un examinador demasiado severo para evaluar a sus discípulos.

Valverde anda realizando una suerte de casting para encontrar el extremo derecho. El problema sería idéntico si buscara un once, o sea, un extremo izquierdo. El que tenía, el que le ofrecieron, solo lo disfrutó tres días. La grave lesión de Ousmane Dembélé -se rompió el tendón del bíceps femoral de la pierna izquierda el 16 de septiembre y no reaparecerá hasta finales de diciembre- ha sido grave para el equipo. Ninguno de los sustitutos ha estado a la altura requerida a juicio de Valverde.

Arda no está ni se le espera

El siete está pero no se le espera. Arda desempeña un papel marginal, puramente simbólico, por no haber querido marcharse este verano pese a que le comunicaron que no contaban con él. Solo fue convocado ante el Betis. Un partido de diez. Tampoco era extremo, pero fue la ubicación en la que Luis Enrique le encontró acomodo. La pasada campaña rindió a gran nivel cuando sustituyó a Neymar (11 goles en 19 partidos), pero se diluyó a partir de enero.

Deulofeu intenta un regate ante Juncà en el Barça-Eibar del Camp Nou. / ALBERT GEA

El siete natural del Barça es Deulofeu. Y tampoco acaba de convencer a Valverde. Con Luis Enrique duró tres semanas en la pretemporada del 2014. La progresión experimentada por el gerundense llevó al Barça a querer recuperarlo el pasado verano pagando 12 millones.

Delanteros en Barcelona

Valverde ha prescindido de él en los dos últimos encuentros: a Girona no viajó y a Lisboa su viaje fue testimonial porque fue uno de los descartados junto con Adrià Ortolà, el tercer portero. Valverde ni siquiera contempló que pudiera ser un recurso en ataque a tener en cuenta cuando a todos los demás delanteros (Arda, Alcácer y el lesionado Dembélé) ya los había dejado en Barcelona. El entrenador creía que se apañaría con Messi y Suárez.

Y Sergi Roberto, el futbolista que más veces ha sido titular hasta ahora ejerciendo de siete (tres en diez partidos), que actuó por la banda derecha en la cita europea. Fue un extremo con la posesión del balón y fue un interior que cerraba cuando estaba en poder del Sporting.

Sergi Roberto protege el balón ante Battaglia en el Sporting-Barça de la Champions. / JOSÉ MANUEL RIBEIRO

"Sergi se despliega bien. Queríamos que nos ayudara en ataque y defensa", explicó Valverde tras el encuentro. Sobre el descarte de Deulofeu alegó que solo podían entrar 18 jugadores en el acta arbitral. Hubiera podido esgrimir números: cero goles y una asistencia en sus intervenciones.

Una banda ocupada

Los frecuentes cambios que introduce Valverde invitan a pensar que echa de menos a Dembélé. Su teórico recambio, Deulofeu, solo ha sido titular en la mitad de los partidos (cinco) y no ha terminado ninguno. Sergi Roberto y Aleix han sido otras opciones utilizadas por el entrenador que descarta otras, de momento, como podrían ser André Gomes y Denis.

El problema del extremo derecho, en el fondo, es el problema del extremo. Valverde quiere ocupar esa zona con un hombre abierto y que Jordi Alba, el lateral izquierdo se proyecte por aquella banda. Lo contrario del año pasado con Luis Enrique, que tenía un extremo abierto en la izquierda (Neymar) y dejaba libre la derecha para que irrumpiera Sergi Roberto la mayoría de las veces. Entonces era lateral. La llegada del fiable Semedo le ha empujado hacia adelante.