El ciclista aragonés Jaime Castrillo no pudo subir al podio ni mejorar la posición del año pasado en la prueba de contrarreloj del Mundial de ciclismo sub-23, que se está disputando en la localidad austriaca de Innsbruck, y terminó 29º en la clasificación.

Era la gran baza española para conseguir algo bonito en la competición, y más a tenor del decimotercer puesto que logró hace un año en esta misma competición, pero el gran nivel de los rivales impidió que el jacetano consiguiese una medalla o un mejor puesto. Aun así fue el mejor ciclista nacional, por delante de José Félix Parra, que terminó 56º a 3.37 del ganador.

El corredor del conjunto Movistar entró en meta a 1.38 minutos del campeón del mundo, el danés Mikkel Bjerg, que paró el crono en 32.21 minutos, consiguiendo así revalidar su corona con mucha contundencia e, incluso, facilidad.

Completaron el podio el belga Brent van Moer, plata a 33 segundos de un Bjerg muy superior a todos sus rivales; y el también danés Mathias Nordsgaard Jorgensen, que llegó a 38 segundos del líder y a cinco del segundo.

La parte final de la prueba, con un perfil más exigente y quebrado que los dos primeros tercios casi llanos, impidió un doblete danés al final, ya que Van Moer remontó en la llegada los 14 segundos en los que le aventajaba Jorgensen en el kilómetro 18,1. Y también los 12 que le llevaba el italiano Edoardo Affini, que al final quedó cuarto y fuera del podio por seis segundos.

No fue el transalpino el único que se vino abajo en esa parte final, ya que otros corredores con opciones a nueve kilómetros de meta, como los alemanes Lernnard Kanma y Max Kanter, el holandés Pascal Eenkhoorn o el belga Senne Leysen, se cayeron hasta del Top 10.

Mañana será el turno para la contrarreloj de los ciclistas sénior y, aunque el aragonés Jorge Arcas era una de las opciones barajadas para acompañar a Jonathan Castroviejo, finalmente correrá el catalán Marc Soler.