Apenas cinco días ha tenido que meditar Dani Ceballos para decantarse por la oferta del Real Madrid. «En dos semanas me veréis hablar», desveló el ya exjugador del Betis el pasado martes tras reunirse con la directiva verdiblanca y su representante para estudiar las tres propuestas que tenía sobre la mesa: una del club blanco, otra del Barça y una tercera de la Juventus, que ofrecía hasta 20 millones. Finalmente ha sido el Madrid, tras dar un ultimátum al jugador, el que se ha llevado el trofeo, a pesar de la presión ejercida a última hora por el Barça y su presidente, Bartomeu, que despertaron tarde y, cuando decidieron tomar las riendas de la situación, Ceballos galopaba rumbo a Madrid.

El club de Florentino Pérez pagará 18 millones al Betis, tres más de lo que estipula la cláusula de rescisión del interior, que jugará las próximas seis temporadas en el Bernabéu, donde tendrá más complicado ser titular de lo que se preveía en el Barça, con menos competencia para disponer de minutos.

PRESIÓN DE SERRA FERRER / Pero ni eso, ni la presión ejercida también por Serra Ferrer, vicedirector deportivo del Betis y exentrenador del Barça, han servido para convencer a Ceballos de que su futuro pasaba por el Camp Nou, donde le tentaron con ser el nuevo Iniesta a muy corto plazo. La promesa hizo reaccionar de inmediato al Madrid, que inicialmente pensaba en ceder otra temporada más al futbolista, lo que hacía dudar a Ceballos, ya que no quería demorar su llegada a un equipo grande.

Finalmente, tras su gran Europeo sub-21, donde fue designado mejor futbolista del torneo, Zidane decidió que contaría con el centrocampista para la primera plantilla del Madrid, que hace ya dos años estuvo a punto de ficharlo, pero cuestiones extradeportivas frenaron la operación.

VERRATTI, CASI IMPOSIBLE / La fuga de Ceballos supone un manotazo para el Barça, mucho más necesitado que el Madrid a la hora de reforzar el centro del campo, más incluso cuando la apuesta por Verratti, primera opción para la secretaría técnica, se desvanece casi definitivamente. El viernes fue el propio Bartomeu quien en Catalunya Ràdio admitió que el fichaje del interior del París Saint-Germain era muy complicado porque el club parisino ni tan solo quiere sentarse a negociar con la entidad azulgrana.

El propio jugador, además, pidió disculpas el viernes a los aficionados del PSG, en su regreso a los entrenamientos, por las declaraciones de su agente, quien afirmó que «Verratti es un preso del emir» por negarse a negociar con el Barça. «No es mi manera de pensar ni son palabras mías. Estoy aquí y muy contento de volver», afirmó el interior italiano, de 24 años, quien también es consciente de la dificultad de fichar por el Barça, salvo milagro final y previo pago de un traspaso que no bajaría de los 100 millones de euros.

Quien no está descartado todavía es Bellerín, lateral derecho del Arsenal, otra de las apuestas para reforzar la plantilla de Valverde. El defensa, de 22 años y forjado en La Masia hasta la edad juvenil, habría hablado ya con Wenger para hacerle saber su deseo de jugar en el Camp Nou. También Paulinho, centrocampista brasileño de casi 29 años del Guangzhou de China trata de forzar su salida. Pero, en ambos casos, la operación no bajaría de los 40 millones, una cifra muy alta por un lado, pero muy alejada de lo que pagaría al PSG por Verratti. Avanza el verano y el Barça vuelve a los entrenamientos el miércoles. Por ahora, sin ninguna cara nueva, más allá de Gerard Deulofeu, y sin ninguna otra prevista a corto plazo para la próxima campaña.