Formando un círculo sobre el césped, los jugadores del Deportivo guardaron un minuto de silencio en el entrenamiento de ayer en memoria del aficionado asesinado en Madrid. ñTodos nos conocemos", dijo el domingo Laure, capitán del equipo. Conocía al fallecido, Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy, uno de los más activos seguidores de los Riazor Blues. "Hay que ser tajantes y castigar a todos los implicados. Que el castigo sea ejemplar para que no vuelva a pasar", manifestó Álex Bergantiños, otro de los capitanes, ídolo y criado en un popular barrio de La Coruña, vecino de varios de los que le jalean desde ese fondo.

Tras la pancarta de este grupo --que no está registrado en el colectivo de peñas del que se sospecha que le facilitó entradas para el Calderón-- hay de todo. Desde quinceañeros que animan en la parte baja, hasta veteranos que siguen el partido desde lo más alto. En el medio, obreros, profesores, médicos, funcionarios, parados, estudiantes... Y también un colectivo radicalizado y violento, entre ellos la sección Los Suaves en honor al grupo de rock, a la que pertenecía el hombre apaleado y arrojado al río. La misma sección que protagonizó graves incidentes que en el 2003, en Santiago, acabaron con la muerte de un aficionado deportivista y con el único acusado de la muerte absuelto.

Jimmy era un habitual de Riazor, aunque llevaba años sin ser socio del club y tampoco ejercía de líder. Allegado a la cúpula de los Blues, residía en un céntrico barrio junto a su compañera. Tenía un hijo de 4 años y otra de 19 de una relación anterior. También algún antecedente, según fuentes policiales, por tráfico de estupefacientes. Había sido detenido en alguna que otra reyerta entre ultras.

Hace unas semanas, ultras del Depor y del Valencia se enfrentaron a pie de playa. La pasada temporada, el encontronazo fue con los del Sporting, también al amanecer, y antes con los del Zaragoza. En casi todas estas peleas hay un trasfondo político. Gallegos --antifascistas y de corte nacionalista-- contra grupos de extrema derecha. Los Blues fueron tejiendo alianzas. Las más conocidas con Biris (Sevilla) y Bukaneros (Rayo), dos de estos detenidos tras los altercados, que los ultras atribuyen a una ñemboscada" de neonazis y no a una quedada. Esa es una de las polémicas en Galicia. La Delegación del Gobierno y el Depor aseguran haber advertido a la policía del viaje, algo que se niega en Madrid. Los ñchicos descamisados que recorren España para animarnos", como dijo Arsenio Iglesias. Pero la violencia llegó a su seno, desde donde se dirigen los cánticos de hasta 3.000 personas.