Jorge Arcas y Sergio Samitier siguen montando en bici. Cada día hacen un par de sesiones de hora u hora y media aunque, eso sí, sin salir de casa. Sin necesidad de mirar el tiempo del día siguiente pero sin saber tampoco exactamente para qué se están preparando, cuándo se reanudará la competición ni hasta cuándo se prolongará después. Los dos ciclistas aragoneses del Movistar tendrían que estar ahora en alguna de las clásicas italianas o belga y soñando con el Giro de Italia.

«Yo tenía que correr la Tirreno-Adriático, luego la Milán-San Remo y alguna clásica en Bélgica», explica Arcas. «Yo venía de Abu Dabi, donde tuvimos que estar tres días en un hotel antes de que nos dejaran volver a España, y tenía unos días de descanso pero seguro que estaría en alguna carrera en Italia o por ahí. Pero tanto Jorge como yo teníamos en el punto de mira el Giro de Italia. No era seguro, porque hasta una semana antes no lo sabes, pero éramos dos corredores que podíamos estar ahí. Hacíamos planes, dónde vamos a hacer altura, a Andorra o dónde vamos a prepararnos. Y mira dónde estamos haciendo altura, en un primer piso de Barbastro, pero bueno», añade divertido Samitier. «Yo vivo más alto, eh», apostilla Arcas.

Así que les toca entrenar en casa, con el rodillo. «Tenemos suerte, hay cosas más importantes, gente que está perdiendo trabajo, que tiene que cerrar su empresa. Nosotros dentro de lo malo podemos entrenar en casa con los rodillos que tenemos todos puestos», dice Samitier. «Es lo que más se puede asemejar a salir a la carretera, pero no es lo mismo. Al final algo de forma física siempre se va a perder porque mantener lo que tenías es difícil. Intentamos mantener un estado físico bueno para cuando podamos volver a la carretera estar lo mejor posible. Sin volvernos locos porque aún no sabemos cuándo podremos correr. Hay que ir con tranquilidad», indica Arcas.

La entrenadora

Ambos comparten entrenadora, Iosune Murillo, que es la que les va marcando las pautas de entrenamiento y, sobre todo, les recomienda tranquilidad, no volverse locos ni excederse con el ejercicio. «Dicen que para junio igual se puede volver a competir, yo lo veo lejos quizá porque igual tampoco interesa que haya aglomeraciones de gente y todo eso. Y luego se habla de que la temporada puede alargarse más de lo habitual. Entrenamos porque es nuestro trabajo y tenemos que estar en forma para cuando nos lo pida el equipo. Aparte de que Jorge y yo somos gente activa que necesitamos darnos caña todos los días, nos gusta. Y nos mandarán una hora y haremos una hora y media. Siempre. Pero no es bueno abusar mucho porque con el rodillo te cargas mucho, sudas mucho. Lo recomendable es una hora u hora y media de sesión», dice el barbastrense. «El rodillo carga mucho muscularmente y también de cabeza porque al final ahora por ejemplo llevamos dos semanas sin masajista y se nota porque las piernas ya se empiezan a cargar al final del rodillo. Hay que ir con mucho cuidado», añade el de Sabiñánigo.

El Movistar pone a su disposición una plataforma online de entrenamientos y a veces se llaman para conectarse y hacer la sesión juntos. Casi como andar por la carretera, aunque sin tener que preocuparse de si va a hacer viento o va a llover y, eso sí, cruzando los dedos para no tener ningún percance mecánico. «Mirando todos los días para que no se te rompa el rodillo…», dice Arcas. «Eso estaba pensando, se te rompe el rodillo o la cadena ahora mismo y la que montamos…», le sigue Samitier. «Mejor no pensarlo porque si no igual ni duermes». «Está claro, Jorge».

El resto del día lo pasan como casi todo el mundo, viendo series, televisión o jugando a la Play Station que Arcas se compró justo antes de que empezara la cuarentena. Una de las cosas que pueden hacerse estos días es ver el documental recién estrenado El día menos pensado, que muestra al Movistar por dentro durante la temporada pasada. «Te cuenta anécdotas de las grandes vueltas, de la tensión que hay en los momentos cruciales, como cuando estás en el Tour con Mikel, con Nairo, con Alejandro. En la Vuelta teníamos todos los días un cámara con nosotros que al final se convirtió en uno más del equipo. Salen cosas que nunca pensabas que iban a salir en un documental y yo creo que a la gente le va a gustar ver el día a día de un equipo desde dentro, algo que no se puede ver en directo», dice Arcas, que disfruta su quinta temporada en el equipo.