Vaya por delante que no se puede olvidar que el Huesca, controlado por la agencia Bahía Internacional, supone un marco distinto por ese control al que implica la mayoría de clubs en España, por lo que la labor de Lalo Arantegui no se puede separar nunca de esa forma de trabajar que tiene la entidad oscense. Con todo, es innegable que el director deportivo, en el porcentaje de responsabilidad que le corresponda dentro del club, ha acumulado un buen bagaje en el Huesca en este algo más de año y medio y cuatro mercados, dos de verano y dos de invierno, que ha estado en ese despacho, donde desde que desembarcó se han hecho un total de 33 fichajes y han estado dos entrenadores en el cargo: Tevenet y el actual, Anquela.

Como dato de esa buena labor baste decir uno. El Huesca, el curso pasado, fue el decimonoveno límite salarial de los 22 equipos de Segunda según los datos de la Liga de Fútbol, con 3,25 millones de euros (el Zaragoza tenía 6,6 y era el segundo) y el cuadro oscense acabó duodécimo, con ocho puntos de renta con respecto a la zona de descenso a Segunda División B, por lo que estuvo por encima de sus posibilidades económicas. Esta temporada, la base de trabajo de Arantegui todavía ha sido peor. El club oscense es, con 3,8 millones, el 21º límite salarial de la categoría, ya que solo el Reus lo tiene más bajo. El Zaragoza es undécimo con 5,17. Ahora mismo, el Huesca tiene 35 puntos y el Zaragoza suma 32.

Llegó Arantegui a su puesto el 10 de julio del 2015. Dos semanas antes el Huesca ya había anunciado el fichaje de Leo Franco, pero ese verano llegaron a la entidad Whalley, cedido por el Zaragoza, Íñigo López (Córdoba), Tyronne, que ya había estado la temporada anterior, Figueroa, Christian Fernández y Jesús Valentín, cedidos por Las Palmas y el último desde el pasado enero en el Zaragoza, Ramírez (Ponferradina), Bambock (PSG), Carlos Calvo (Xanthi de Grecia), Samu Saiz (Atlético de Madrid), Luis Fernández, cedido por el Deportivo, Jonathan Moya, a préstamo por el Saprissa de Costa Rica, y Darwin Machís, en la misma condición por el Granada.

Mientras, en enero y en plena lucha por la permanencia, el Huesca se reforzó con Nagore, que estaba sin equipo, Aguilera, que había estado en el Mumbai de la India, Alexander González (Young Boys suizo) y Arruabarrena, cedido por el Eibar. Esa temporada 15-16 la empezó Tevenet, artífice del ascenso a Segunda, en el banquillo, pero tras 15 jornadas Anquela fue el elegido por Arantegui.

Mucho movimiento

El movimiento en el Huesca también ha sido grande en cuanto a altas y bajas en este curso. En verano llegaron tres porteros por la grave lesión en la rodilla de Javi Jiménez (Elche), ya que le acompañaron Sergio Herrera (Amorebieta) y Queco Piña (Leganés). Mientras, también arribaron al club Jair (Atlético Levante), Brezancic (AZ Alkmaar), César Soriano (Leganés), Akapo (Mestalla), Melero (Ponferradina), Vadillo (Betis), Ferreiro (Lugo), Borja Lázaro (Leganés), Urko Vera (Osasuna), Cmiljanic (PSV) y David López, desde el paro. Arantegui vivió un mes de enero más tranquilo en el Huesca que el que tuvo un Narcís Juliá ya en la rampa de salida en el Zaragoza, que hizo 5 fichajes. El club oscense fichó solo a dos, a Sastre, desde el Leganés, y obtuvo la cesión del valencianista Vinícius, mientras que dejaron el equipo Valentín, Cmiljanic y Urko Vera.