Después de las pruebas a las que fueron sometidos el cuerpo técnico y los jugadores, el Casademont Zaragoza ha confirmado cinco casos de coronavirus en su plantilla, de los cuales tres de ellos ya han superado la infección y están totalmente recuperados. Además, otros dos, que han permanecido asintomáticos durante todo el tiempo de confinamiento, según reveló el propio club y que actualmente se encuentran en perfecto estado, han desarrollado anticuerpos y han dado unos niveles ligeramente superiores en los test serológicos. Como consecuencia de ello, los responsables médicos de la entidad les han recomendado repetir dichas pruebas dentro de unos días a fin de poder incorporarlos con normalidad a los entrenamientos. Las pruebas han sido coordinadas por el jefe de los servicios médicos del club, el doctor Julián Cremallet en el Hospital Quirón Salud.

Los jugadores disponibles volverán a entrenarse este martes por la mañana a las órdenes de Porfirio Fisac. El equipo aragonés jugó el último encuentro disputado hasta ahora en la Liga ACB en la pista del Real Madrid el pasado 8 de marzo. Allí perdió por 92-70. Poco después de aquel día llegó el decreto del estado de alarma, el confinamiento y la explosión de casos, entre ellos el de Trey Thompkins, jugador del conjunto blanco que aquella mañana en el WiZink Center participó en algo más de 31 minutos. De aquello ya hace más de dos meses. Este martes el Casademont volverá a entrenarse de manera individual, tal como marcan las pautas establecidas por las autoridades sanitarias en la fase de desescalada actual y que rigen también para el deporte de élite. Lo harán todos los jugadores que han superado con éxito los test y con las ausencias añadidas de DJ Seeley y Jason Thompson, desvinculados de común acuerdo de la entidad después de que se marcharan a Estados Unidos de forma unilateral al inicio de la pandemia.

El baloncesto quiere de esta manera recuperar poco a poco la normalidad para tratar de concluir la temporada con el nuevo formato establecido por la ACB en su última asamblea, un modelo de concentración en una sola ciudad con doce equipos divididos en dos grupos (tras jugar entre ellos, los dos mejores de cada grupo pasarán a las semifinales a partido único). Junto a otras nueve candidaturas, Zaragoza ha solicitado acoger esa fase final, que se resolverá con 33 partidos en dos semanas en un único pabellón, siempre que el Gobierno autorice la competición. La zaragozana es una de las diez propuestas que maneja la asociación de clubs. Tres de las opciones no cuentan con equipo ACB: Almería, Menorca y Navarra. El resto sí: Andorra, Barcelona, Gran Canaria, Madrid, Tenerife, Valencia y la propia Zaragoza. Todavía no es definitivo que vaya a jugarse esa fase final, ni tiene fechas. Tan solo el límite: no podrá finalizar más allá del 10 de julio. La ACB es la única Liga del continente junto a la alemana que aún no ha bajado el telón, después de que este lunes lo hiciera Turquía. En el seno de la ACB en Barcelona se fía el futuro de la Liga al de la Primera y Segunda División de fútbol. Si hay fútbol, habrá baloncesto. Si no, no lo habrá. Al menos así lo creen sus responsables.

Han sido ya varios los equipos que han retomado la actividad. Primeramente lo hizo el Unicaja y este lunes lo hicieron, por ejemplo, el Real Madrid, el Gran Canaria, el Tenerife o el Joventut, este último con la ausencia de un jugador “por prevención” por haber estado en contacto con un caso. El jueves tiene previsto hacerlo el Baskonia y el Barcelona empezó hoy mismo las pruebas médicas. También se ejercita ya el Morabanc Andorra, que comunicó que todos sus jugadores han dado negativo en las pruebas del coronavirus.