El juez único de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) sancionó a Cristiano Ronaldo con cinco partidos de suspensión a raiz de su expulsión en la Supercopa y el posterior empujón a al árbitro De Burgos Bengoetxea. El incidente ocurrió en el minuto 82 del partido, dos minutos después de que el goleador portugués, que había entrado por Benzema en el 57, hubiese recibido una primera amarilla por sacarse la camiseta tras conseguir el segundo tanto de su equipo.

El jugador fue amonestado por segunda vez después de que el colegiado interpretase que se había dejado caer para simular penalti en un forcejeo con Umtiti. Vio la roja y reaccionó incrédulo dando un ligero empujón al colegiado, quien reflejó en el acta que le empujó «levemente en señal de disconformidad». El juez rechazó las alegaciones del club blanco tanto por la segunda amarilla como por la posterior reacción de Ronaldo, con las que pretendía que se considerase lo sucedido como una actitud de menosprecio o desconsideración con el árbitro y le aplicara, por tanto, el artículo 117 del Código Disciplinario que contempla una sanción de dos a tres partidos.

El juez único, sin embargo, aplicó el 96, que fija los castigos por producirse con violencia leve, es decir «agarrar, empujar o zarandear o producirse, en general, mediante otras actitudes hacia los árbitros que, por solo ser levemente violentas, no acrediten ánimo agresivo». La sanción va de cuatro a doce partidos, por lo que a Ronaldo se le ha aplicado la mínima.

Era lo previsible después de los últimos precedentes. En el más reciente, en el partido Las Palmas-Alavés de la 33ª jornada de la Liga pasada, el croata del equipo canario Livaja fue expulsado por una dura entrada a Llorente y también empujó levemente al colegiado Munuera Montero. Lo que este reflejó en el acta como «empujón en el hombro izquierdo», sin puntualizar que fue de manera leve, como sí hizo De Burgos Bengoetxea. A Livaja se le aplicó la misma norma y fue sancionado con cuatro partidos de suspensión, además de otro por la expulsión.

Ronaldo, como ocurrió con Livaja, tendrá que cumplir los cuatro partidos de suspensión en la Liga, por lo que se perderá los choques ligueros ante el Deportivo, el Valencia, el Levante y la Real. Volverá contra el Betis en el Bernabéu. El correspondiente a su expulsión lo cumplirá en el encuentro de vuelta de la Supercopa el miércoles. Al haber sido consecuencia de una doble amarilla se cumple en la misma competición. Además, se le imponen dos multas: 800 euros por la doble amonestación y 3.005 por el empujón que ha motivado los cuatro partidos de suspensión. El Madrid también deberá pagar: 350 por la expulsión y 1.400 por la acción contra el árbitro.

Uno de los últimos precedentes afecto al entrenador del Atlético de Madrid Cholo Simeone. Fue castigado por una sanción similar en el 2014, en el partido de vuelta de la Supercopa. Le cayeron ocho partidos de sanción ya que el acta del colegiado reflejó una situación de mayor violencia que la de Cristiano Ronaldo.