El bombardero de Fraga, el nieto de Viriato, el César fragatino… el gol en aragonés empieza a tomar muchos nombres pero solo un protagonista. César Sanagustín (Fraga, 1990) ha roto todos los moldes y se ha alzado con 19 tantos como máximo goleador del 17º grupo de la Tercera División. Los delanteros del Deportivo Aragón y del Teruel, Baselga y Adil, se han quedado a uno y tres tantos respectivamente, y no han podido aguantar el ritmo del ariete oscense, que repite la fórmula del año pasado que le llevó a conseguir 45 tantos en la Regional Preferente. Ni el salto de categoría, ni la suspensión de partidos han conseguido alejar al punta del objetivo del ser el goleador del curso. «Creo que estoy en el mejor momento de mi carrera. Estoy haciendo unos años increíbles, los goles me dan autoestima y no me puedo quejar. Todo el mundo me dice que estoy enorme y les agradezco su apoyo», afirma el aragonés.

Todos y cada uno los ha firmado para el Fraga, conjunto en el que creció en sus categorías inferiores, separó su camino para crecer como futbolista y regresó para ser un ídolo con más de 200 goles con la zamarra rojilla. «Jugar en La Estacada para mí es impresionante, tiene una gran tradición futbolera y acude mucho público al campo. Me siento muy respaldado por el míster y por el equipo, el fútbol es un deporte de equipo y si no te ayudan tus compañeros no puedes hacer nada», valora el delantero.

El técnico, Miguel Ángel Rubio, ha hecho valer su dilatada experiencia como entrenador, ha formado un grupo, le ha devuelto a la Tercera División, le ha colocado a cinco victorias del playoff, y lo más importante, le ha dado un ídolo a la afición fragatina. «Hace pocos días que renové y llegamos a un acuerdo por ambas partes. Si viniera un equipo de superior categoría, es difícil, pero nunca pierdo la esperanza, me dejarían marchar sin ningún problema, pero estoy muy a gusto, Fraga es mi casa y no puedo pedir más», asegura César.

«Jugar en La Estacada es impresionante», afirma el jugador, que ya hizo 45 goles en Preferente

Con algún partido más, el equipo podría haber soñado con estar entre los cuatro primeros. Ahora queda saber que ocurrirá con los ascensos y la decisión de la Federación para conocer cómo será la próxima temporada. «Ventaja tiene un poco el Deportivo Aragón al poder empezar a entrenar antes con la primera plantilla. Son gente joven, y físicamente son aviones, será como unas semifinales y una final, tampoco creo que habrá favoritos porque cualquier despiste puede decantar la balanza en esos partidos tan decisivos. Después, para el año que viene se está hablando de dividirnos en dos grupos de 12, quizás 24 equipos sea demasiado», dice el oscense.

Por el momento, la temporada que viene es una incógnita para los equipos aragoneses que sufrirán las consecuencias de la crisis económica y social. «Sin público no consigo imaginármelo, cuanta más gente viene a vernos, más motivado juego. Será un poco raro pero habrá que adaptarse. Dentro del club somos optimistas, tenemos un proyecto saneado y con un buen presupuesto de cara al próximo año», incide el delantero.

En esta situación, no queda otra que esperar. El aragonés ha tenido la suerte de poder seguir trabajando y, ahora que tiene tiempo libre, aprovecha para disfrutar de su familia y sus dos niñas pequeñas. Aunque un goleador de este calibre no puede dejar de pensar en vestirse de corto y volver a hacer lo que más le gusta. «Con ganas de que llegue septiembre, he coincidido con algún compañero estos días en el club, veías el campo y casi te daban ganas de saltar a entrenar. Después de tantos días sin hacerlo, para los que nos gusta el fútbol, solo pesamos en entrenar y jugar. Si podemos volver, cuanto antes mejor pero veremos lo que se decide», concluye.