Superada la jornada de alto riesgo con sobresaliente (había tres enfrentamientos entre equipos implicados en la lucha por la permanencia), el Real Zaragoza, fuera de la zona de descenso tan sólo por un mejor coeficiente goleador general que el Albacete tras arrollar ayer al Villarreal, contempla ahora con cierta cercanía una zona menos comprometida de la clasificación. Para certificar su principio de huida del sótano de la Liga, debería ganar en Valladolid, su próximo destino. Tendría que romper con una mala costumbre esta temporada, la de no vencer en dos partidos consecutivos. No sólo eso: estaría obligado a abrir una nueva página en su historia, plagada de frustraciones en Pucela.

El conjunto aragonés no gana en Valladolid desde el ejercicio 63-64, con los Magníficos en plena efervescencia y un demoledor 0-4. Desde esa lejana fecha, el Real Zaragoza ha visitado en 23 ocasiones a su próximo rival, con quien ha perdido en 11 partidos y empatado en 12. El presente le dice que el equipo de Fernando Vázquez está a tan sólo tres puntos de distancia (29), por lo que se ha convertido en un rival directo por la salvación. En el encuentro de ida, la escuadra aragonesa se impuso con un tanto de Savio. En el duelo particular, la igualada le sería suficiente para aventajarlo en el coeficiente goleador, pero el beneficio de la suma de los tres puntos es tan grande que mirar otro resultado no consuela en absoluto.

La jornada que viene implica un esfuerzo mayor, y la mejoría demostrada ayer en La Romareda invita a pensar en una continuidad en la mejora del nivel del juego zaragocista. Málaga y Racing se enfrentan en La Rosaleda, el Celta visita al Real Madrid, el Mallorca recibe al Atlético en Son Moix y el Albacete viaja a San Sebastián para jugar frente a una Real Sociedad que no pude permitirse todavía lujos contemplativos. En el caso de un triunfo y de que la lógica funcione en el resto de los campos de interés para el equipo de Víctor Muñoz, podría producirse un salto importante en la tabla, superando seguro al Valladolid y probablemente al Celta.

Atasco

El avance no sería espectacular, pero llevaría consigo un atasco considerable, una estrechez de diferencias y un aumento de clubs metidos en serios problemas. El campo del Valladolid, por no se sabe que extraño cúmulo de circunstancias, se le ha negado al Real Zaragoza más que ningún otro estadio. Puede que haya llegado el momento de acabar con esos maleficios estadísticos. Ya se logró que cayera El Sadar, donde no vencía el conjunto aragonés desde 1985. Un tanto de penalti de Villa acabó con Osasuna, quien por entonces era un ogro como local. En la Copa, el Camp Nou se resistía desde la temporada 64-65. Otro gol de Villa, también de penalti, tumbó al Bar§a, posteriormente eliminado del torneo. Espera ahora el José Zorrilla a un equipo que en su fuga puede encarcelar al Valladolid. Betis, Racing y Madrid han ganado este curso en Pucela.