Los caminos de Zaragoza y Barcelona vuelven a cruzarse en la Copa del Rey, en un enfrentamiento clásico entre el rey de la competición y un conjunto, el aragonés, que tiene también un especial aprecio por este torneo, como lo demuestran sus cinco títulos en nueve finales. Han sido, también, nueve las ocasiones en las que la Copa les ha emparejado y, en cinco, salió victorioso el Zaragoza. Sólo en los primeros enfrentamientos se decantaron del lado azulgrana, sin que los aragoneses pudieran apenas oponer resistencia.

Se encontraron por primera vez en la temporada 1944-45. En el Camp Nou ganaron los locales 5-1 y, en la vuelta, en el viejo Torrero, también se impusieron por goleada: 0-5. El Zaragoza no tenía todavía el título de Real, contaba doce años de vida y sólo había jugado dos temporadas en Primera División. Más sangrante aún fue el resultado de la 57-58, porque, aunque en La Romareda el Zaragoza pudo sacar un honroso 3-4, en la vuelta fue vapuleado por un contundente 8-0.

Cuatro seguidas

Los Magníficos se enfrentaron al Barcelona en cuatro ocasiones consecutivas en la Copa. La primera, en 1962-63, cuando el Zaragoza debutó en una final, cayendo por 3-1 ante los catalanes. Antes, se había deshecho del Madrid, del Atlético y del Athletic, en los inicios indiscutibles del mejor Zaragoza de la historia. En los siguientes tres años, los aragoneses consiguieron imponerse siempre al Barcelona, destacando la temporada 64-65, en la que los blanquillos consiguieron ganar los dos partidos, 6-4 en casa y 0-1 en la ciudad condal, logro que no han repetido hasta la fecha. En 1966, el Zaragoza volvió a superar al Bar§a en las semifinales, conquistando su segundo trofeo ante el Athletic.

Los Zaraguayos también se midieron al Barcelona en la temporada 74-75, en unos cuartos de final que se decantaron del lado aragonés con un solitario gol de Planas. Los dos últimos enfrentamientos fueron especialmente significativos. En 1986, Rubén Sosa marcó el gol de la victoria en la tercera Copa del Zaragoza, ante el Barcelona, mientras que las semifinales de 1998 serán recordadas por el minuto de gloria en el Camp Nou, cuando Garitano puso el balón en la escuadra del espigado Hesp, que no pudo evitar el gol, en el primer minuto de partido. El Bar§a, con un genial Rivaldo, ganó 5-2 y, en una vuelta en la que La Romareda se llenó a la espera del milagro, con un 0-0, el Bar§a firmó el pase a su última final.