El Triatlón Blanco Villa de Ansó llegó fiel a su cita con los aficionados a los deportes de invierno. Es una competición con una gran tradición y que encadena la carrera a pie, la bicicleta y el esquí de fondo. Este año contó con 90 participantes, lejos de los dos centenares del año pasado que albergó el Campeonato de España. Son diecinueve las ediciones las que contemplan a esta carrera que tiene tanto prestigio en España.

Este año, el Nacional se celebró en la localidad soriana de Vinuesa el 4 de febrero. «Lo hacen en la estación de esquí de Santa Inés. Hubo temporal, no pudieron limpiar la carretera y al final hicieron un duatlón por un recorrido llano. Fue una prueba bastante descafeinada», indica Michel Galay, el director técnico de la carrera.

La prueba de Ansó siempre se había hecho en febrero, pero se tuvo que cambiar la fecha a primeros de enero. «Pero no había nieve y la retrasamos a las fechas actuales. Estábamos preocupados por si iba a faltar nieve. Pero cayó metro y medio y se ha mantenido. El circuito de Linza lo han cuidado y lo han pisado muy bien y ha aguantado la nieve muy bien. El día de la prueba heló por la noche, salió cubierto, con lo que no hizo calor y el circuito estaba en muy buenas condiciones», indica el director técnico.

VENCEDORES

El ganador masculino fue Pello Osoro, el campeón de España, seguido de Xabier Orduna y Carlos Nieto. En mujeres venció la aragonesa del Casablanca Cristina Ara, seguida de Lucía Ibáñez e Izarbe Jiménez. El Regional se lo llevaron Jesús García Colás y Cristina Ara. «En hombres fue casi un Nacional porque de los diez primeros, compitieron siete. En chicas sí que bajó el nivel porque no vinieron las favoritas», dice.

Los siete primeros kilómetros fueron de carrera a pie por la localidad de Ansó. «Se comienza al lado del ayuntamiento en la calle Mayor, se dan tres vueltas y otra media hasta el polideportivo para hacer la transición». El recorrido es exigente. «Es un sube y baja. La mayoría de las calles están empedradas». Después se hace una segunda posta de bicicleta. «Son 20 kilómetros en una subida tendida. En Zuriza hay un repecho, pero es un puerto que no tiene ninguna dificultad y tiene 600 metros de desnivel positivo».

El segmento final era de 10 kilómetros de esquí de fondo en la pista de Linza. «Es un circuito muy llevadero con una subida de 200 metros un poco fuerte». Este triatlón blanco es ideal para los iniciados. «Es una prueba que gusta a todo el mundo, sobre todo para los que se inician porque no es muy dura», indica.

El año que viene se intentará que vuelva a ser Campeonato de España. «Estamos todos por la labor, Mayencos, el Ayuntamiento de Ansó, el Club Deportivo Linza, el Espacio Nórdico Linza y la Comarca de la Jacetania e intentaremos hacer algo especial en la vigésima edición. Es posible que hagamos un homenaje a los que disputaron la primera edición».

En 1987 se organizaron los dos primeros triatlones blancos en España en Reinosa y Jaca. «El año siguiente, la gente del Club Deportivo Linza hicieron otro en Ansó y se organizó durante seis años». El último en Jaca fue el año 2000. «En el 2005 y 2006 se disputó todo el triatlón sobre nieve en Linza y a partir del 2009 en el formato clásico desde Ansó, organizándose el Nacional en 2010 y el 2018», explica. España cuenta con cuatro triatlones de invierno. Son Reinosa, Vinuesa, Isaba y Ansó. «Este año en Isaba y Vinuesa no pudieron esquiar. Pero en Ansó no tuvimos ningún problema», indica Galay.

Todo el pueblo de Ansó se vuelca y también Mayencos aporta sus voluntarios. «Los de Ansó cubren la carrera y la carretera y los de Mayencos están el Linza. El pueblo organiza en el trinquete una comida popular. Entre todos estaremos 80 voluntarios», concluye Michel Galay.