Con la tercera semana de enero ya en marcha, el Real Zaragoza continúa a la espera de dos fichajes que tiene apalabrados, pero cuya llegada a tierras aragonesas está en función de causas externas. Hace tiempo que Chechu Dorado y Miguel Linares dieron el sí al club, pero la delicada situación de la entidad catalana y la actitud del presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa, mantienen a ambos futbolistas todavía en sus clubs.

De momento, el Zaragoza conserva la paciencia, pero ya le ha puesto fecha de caducidad. Si en la última semana de mercado Dorado y Linares no han llegado, el club irá a por otro delantero y otro central. Si eso sucede, la dirección deportiva dispondrá de unos días para acometer altenativas que, por si acaso, ya están estudiando. Pero Linares y Dorado siguen siendo los elegidos. De momento.

El caso del delantero podría vivir hoy un capítulo definitivo ya que el juez de Disciplina de la Liga podría dictar sentencia acerca del futuro de la entidad, inmersa en una agonizante situación por deudas. En todo caso, la resolución se producirá a lo largo de este mes, según anunció el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) Javier Tebas.

A Linares, que no jugó el pasado fin de semana por sanción, y al resto de componentes de la primera plantilla, se les adeuda el mes de enero, mientras que el cuerpo técnico y los jugadores del filial, así como trabajadores del club, llevan cuatro meses sin cobrar.

Por su parte, Chechu Dorado sigue esperando con las maletas hechas a que el presidente del Rayo Vallecano dé el visto bueno a su salida, con el pertinente acuerdo en torno al finiquito que percibirá el jugador, que llegaría libre al Zaragoza.

En el seno del club aragonés se sigue esperando al central andaluz y aún no inquieta ni el posible interés de Las Palmas ni la opción de que el Rayo dé marcha atrás en su disposición de aceptar la marcha del jugador, al que podría necesitar ahora que el técnico, Míchel, ha optado por una defensa con tres centrales.

Linares y Dorado, de 36 años, han dado su palabra al Real Zaragoza, aunque, de momento, no pueden venir. Y el club, necesitado de refuerzos, les esperará todavía diez días más.