Que no cunda el pánico. Ese es el mensaje del CAI: serenidad y confianza absoluta en la plantilla. La sensible baja de Matías Lescano, el indiscutible líder del equipo, ha dejado un sabor muy agrio tras lograr el título de la Copa Príncipe, pero la fe en el bloque que ha creado Alfred Julbe es indiscutible. "El equipo queda mermado. Eso es verdad. Pero si algo ha demostrado este grupo de jugadores es que ante situaciones de dificultad es capaz de dar una respuesta colectiva sensacional. Y no es una hipótesis. Lo hemos visto esta temporada cuando ha habido ausencias. Creemos firmemente en ellos", aseguró ayer Pepe Arcega, director general del club aragonés.

SIN PRECIPITACION El mensaje está claro. El CAI no va a hacer locuras ni cambios en su estrategia de plantilla, como sucedió el año pasado, por ejemplo, con el caso de Juanito Jiménez. El club seguirá la línea de actuación que tenía marcada y eso quiere decir que su objetivo es incorporar a un pívot con capacidad anotadora. Esa idea no ha cambiado. Esta vez, la estrategia eliminará cualquier precipitación y se basará en esperar con los ojos abiertos a que el mercado ofrezca una posibilidad de gran calidad para lanzarse a por ella. El caso paralelo más reciente es el de Oscar González: el CAI Zaragoza tenía decidido fichar a un base, pero no lo hizo hasta que se presentó la mejor ocasión.

Pero lo que sí está descartado es la incorporación de un escolta, posición que ocupa Lescano. El club cree que la plantilla ofrece suficientes opciones. "Ha habido bajas en otros partidos, ha habido baches y el equipo siempre ha respondido como bloque", comentó Arcega.

EL CASO DE FRAN MURCIA En este contexto, agravado por la lesión de Matías, aparece de nuevo la situacion de Fran Murcia, que fue operado el 4 de diciembre y que la semana pasada volvió a recaer de sus molestias de rodilla. Su situación es realmente compleja y por la cabeza del jugador ya ha rondado, seriamente, la posibilidad de tomar la decisión de dejar el baloncesto.

La situación física de Murcia es muy precaria y su rodilla sigue acosada por los dolores. Ahora mismo, estudiados todos los elementos que concurren en este caso, una determinación del ala-pívot de colgar la camiseta tendría un componente de honradez profesional y, no hacerlo, salvo que medie un milagro físico de dudosa aparición, todo lo contrario.

Murcia tiene contrato hasta el final de la temporada 2004-05. El club diseñó la plantilla contando con él como pieza básica, pero el empeoramiento del estado de su rodilla ha dado al traste con los planes de Alfred Julbe. Murcia partía como sexto hombre, una posición desde la que se le otorgaba una condición de jugador clave en la LEB que no ha cumplido. El CAI tiene ahora mismo todas las plazas séniors cubiertas.