El Zaragoza y Jorge Ortí están tratando la renovación del delantero zaragozano, que acaba contrato en junio del 2017, para que firme hasta el 2018 y salga cedido en este verano, probablemente con destino a un equipo de Segunda B. El Lleida, el Hércules y la Cultural Leonesa son algunos de los clubs que más fuerte interés han mostrado por el delantero, que lógicamente prefiere un destino en la categoría de plata, pero ahí, de momento, no existen posibilidades en forma de ofertas concretas. La posibilidad, de llegar, podría ser de alguno de los recién ascendidos a Segunda --UCAM o Reus más que Sevilla Atlético o Cádiz--, pero queda dicho que de momento no se ha dado.

El club no cuenta con Ortí, de 23 años, en el proyecto de la próxima temporada que comanda Luis Milla, pero también entiende que debe tener una sensibilidad especial con un jugador formado en su cantera y que lleva ocho años en la entidad. De hecho, debutó en el primer equipo en octubre del 2011 y ha tenido en las lesiones, de rodilla, ya que se ha roto el cruzado de ambas, su principal hándicap en los últimos años, en los que ha tenido ficha del filial. En enero del 2014 estuvo ya cedido en el Villarreal B, donde se lesionó en la rodilla por primera vez.

La solución pasaría por ampliar ese vínculo contractual sin que eso supusiera un incremento de la cuantía económica en el contrato que le queda al jugador --su ficha en el año que le resta está en torno a 150.000 euros-- y tratar de que el club al que vaya en Segunda B asuma la mayor parte de la ficha. Así, el Zaragoza liberaría una cantidad importante de cara al límite salarial con el que cuenta la próxima temporada.

Ortí jugó en esta temporada cinco partidos con el Zaragoza, todos con Carreras en el banquillo. El técnico, de hecho, le dio un puesto en el once ante el Huesca en su debut en el banquillo. Después, jugó en el tramo final de otros cuatro encuentros. Si finalmente Ortí sale cedido con destino a Segunda B y hace una buena temporada regresaría con opciones para quedarse en el primer equipo. Si no, el club se plantearía una rescisión que sería más barata porque sus emolumentos serían menores.