Que entre esprínters siempre hay tensión y empujones es algo que se da por normal. Pero en el Tour de Dubái las cosas fueron bastante más lejos entre Marcel Kittel y Andriy Grivko. El alemán, líder de la prueba, acabó con la cara ensangrentada tras recibir un codazo del ucraniano, que argumentó que hubo agresión previa de Kittel, pese a lo cual fue expulsado de la prueba.

Las cámaras no recogieron la trifulca, pero sí dieron cuenta, a 10 kilómetros de meta, de cómo Kittel, con la cara ensangrentada, explicaba al resto del pelotón y al director de carrera lo que había sucedido. "Recibí un golpe de Andriy Grivko, por eso tenía sangre en la cara, no por una caída. Mi equipo trabajó bien para el sprint pero no estaba en la mejor posición para atacar y quizá mi cabeza estaba también en otro sitio", explicó en la meta.

Después, los dos ciclistas se enzarzaron en las redes sociales. Mientras Astana pedía disculpas por el comportamiento de su corredor, Kittel decía que no la acción no tenía perdón: "No aceptaré una disculpa por esto. No tiene nada que ver con el ciclismo. Lo que ha hecho Grivko es una vergüenza para nuestro hermoso deporte". Y después colgaba un fotomontaje en el que aparece como boxeador.

"UNA ACCIÓN AGRESIVA"

Grivko pidió disculpas a los fans y a los organizadores, pero dijo querespondió "con una acción agresiva a otra acción agresiva", ya que Kittel había golpeado con el hombre tanto a él como a su compañero Dmitriy Gruzdev