Al Mann Filter le sobran argumentos para ganar en la pista del Yaya Maria, o le deberían sobrar, pero parece ser que si los tiene o los tenía se los había dejado todos en Zaragoza. En un partido tristísimo, de estampa pésima, falto de espíritu e inoperancia ofensiva, el equipo aragonés despreció una gran oportunidad para dar casi por cerrado el pago de su presencia en la Copa de la Reina, un objetivo mínimo para un equipo que, a pesar de rebajar sus exigencias del campeonato al tránsito honroso por la Liga, debe ser un requisito obligado para no empezar a hablar de fracaso por segundo año consecutivo.

La pista del colista se presentaba como un caramelo al alcance de la mano para un Mann Filter que terminó con una indigestión de soberbia y una lección con forma de derrota. En plena línea de flotación le arremetió un duro golpe un conjunto como el gallego, de lo peor de la categoría y que hasta ayer sólo sumaba dos triunfos, que mantuvo el pulso en la primera parte (31-32) y asestó la puñalada definitiva en el último parcial (18-11). En este periodo, el cuadro aragonés se mostró nulo en ataque, estéril desde el perímetro (ridículo 2/14 en triples al final del partido) e inútil para paralizar la tripleta de atacantes del Yaya: entre Cunninghan, Salgado y Germán hicieron 44 puntos de 68.

LA INOPERANCIA DE IVEY Del bando del Filter, se salvó Rassmussen (15 puntos) y poco más. Los 10 rebotes de Luci, que debe dar un paso adelante en la anotación, y los 13 puntos de Tuukkannen (aunque con mala selección de tiro con una serie de 6 de 14) fueron insuficientes. La rotación exterior fue sorda y notó la ausencia de Pilar Valero, ya que Royo está todavía verde y Bermejo no puede soportar sóla toda la responsabilidad.

La nota más negativa la representó Ivey, que en su segundo partido exhibió porcentajes famélicos (2/9) y un alto nerviosismo (5 pérdidas). Y es que el Mann Filter no tiene buena mano para cambiar de norteamericanas durante la temporada. No es la primera vez que pasa.