José Alberto A. M., agente de la Guardia Civil que actuaba como árbitro de fútbol en la liga de veteranos en Galicia, ha sido acusado de hurto por el juzgado de Xinzo de Limia por robar a los jugadores en los vestuarios durante los meses de mayo a noviembre del 2015, según informa 'La Voz de Galicia'. El agente ha pagado los 1.795 euros sustraídos y aceptó el miércoles una multa de 2.160 euros en vez de nueve meses de cárcel.

El Monfortino fue pillado en dos ocasiones con las manos en la masa en el interior de los vestuarios, que a su condición de árbitro se le sumaba la de agente de la benemérita. Este hecho insólito llegó a manos de la Justicia, que abrió las correspondientes diligencias. Una vez instruida la causa, el Ministerio Fiscal lo acusó y lo mandó a juicio. El agente devolvió el total del dinero robado a los perjudicados, pero a su vez ha sido condenado a pagar una multa de 2.160 euros en vez de nueve meses de prisión.

Sin inhabilitación

El hecho de haber sido penado por la Justicia a pagar lo robado no incluye variable alguna de inhabilitación. La Fiscalia, en atención al arrepentimiento que mostró el acusado, retiró de su propuesta de condena el impedimento para arbitrar. Por lo que el agente de la Guardia Civil podrá seguir ejerciendo su labor como árbitro de fútbol.

Por lo que respecta a su trabajo como agente de la benemérita, está por ver qué medidas tomará la propia Guardia Civil, que pueden llegar al caso de que le expediente y sancione por el delito cometido.

El historial delictivo del árbitro comenzó el día 16 de mayo del 2015 en el campo de Cea, cuando robó de la cartera de un futbolista 30 euros. Los hurtos siguieron de ahí en adelante, hasta que el 3 de octubre alcanzó su máximo, con 580 euros, en el campo del San Cibrao das Viñas.