En la conexión entre David Villa y Javi Moreno no fluye, por el momento, la electricidad. Lo que se ha intuido en los partidos de pretemporada quedó patente en la Supercopa, en los 66 minutos que estuvieron juntos sobre el césped. Con el Guaje por delante y el delantero valenciano por detrás al equipo zaragocista le faltó imaginación para inquietar la portería del Valencia y, lo que es peor, ambos acabaron desesperados, sobre todo en la segunda parte, donde manifestaron su frustración con más de una discusión entre ambos sobre el césped.

La clave está en la naturaleza de los dos jugadores. Ambos son dos rematadores, que viven por y para el gol. Con más movilidad e inteligencia el Guaje y con mayor potencia Javi Moreno, pero los dos con la portería contraria metida entre ceja y ceja. Así, durante el partido ante el Valencia sus posiciones se igualaron en muchos momentos, sin que Javi Moreno hiciera la labor de enganche que Víctor le había encomendado, con lo que el Zaragoza perdió la zona principal para generar su caudal ofensivo. Y eso ante un Valencia tan ordenado se paga.

No es la primera vez que sucede esa falta de resultados. Antes de jugar juntos en la ida de la Supercopa habían coincidido sobre el césped ante el Bolton (23 minutos), Chelsea (34), Sporting de Lisboa (61) y todo el partido frente al Alcorisa --un rival tan inferior que los nueve goles que sellaron entre ambos no sirven de referencia--, y siempre esa conexión brilló por su ausencia.

Eso sí, Javi Moreno lleva sólo dos semanas a las órdenes de Víctor y ese proceso de compenetración con Villa requiere de más tiempo y de mayor confianza, aunque es innegable que las condiciones de ambos no lo facilitan.