Natxo González no es un recién llegado en el fútbol, pero en Real Zaragoza ha vivido su experiencia más difícil, por lo mucho que costó que arrancara su proyecto. En el Sant Andreu que presidía Joan Gaspart, quien fuera vicepresidente y después presidente del Barça, en el Alavés, donde estaba Avelino Fernández, y en el Reus que todavía tiene como máximo mandatario a Xavier Llastarri, vivió etapas exitosas, sobre todo en los dos clubs catalanes, y allí han seguido con atención el devenir del Zaragoza de Natxo hasta que ha cogido vuelo en esta segunda vuelta, donde es el mejor equipo.

En el verano del 2008 aterrizó Natxo González en el Sant Andreu, con el que disputó dos playoffs de ascenso a Segunda. En ambos no logró subir, mientras que en su tercera temporada acabó séptimo clasificado. «Le tuve que rogar para que se quedara el último año, es un hombre leal, de club y que siempre mira los intereses de la entidad por encima de los suyos», dice Gaspart.

El expresidente del Sant Andreu admite que «Natxo ha conseguido que yo, que soy un culé empedernido, siga con atención al Zaragoza y vea todos los partidos que puedo por ese cariño hacia él. Le aprecio, le quiero y le considero un gran entrenador. Y ahora me ha hecho ser maño y forofo del Zaragoza. He sufrido cuando las cosas no funcionaban tanto como ahora, pero siempre con la convicción de que, si le dejaban, triunfaría. No sé si la reacción que llevan les va a llegar para ascender este año, pero con tiempo y paciencia seguro que con él lo logra el Zaragoza», asegura Gaspart.

Recuerda también que el segundo año de Natxo en el Sant Andreu fue mejor que el primero y que el técnico «es un fuera de serie, como entrenador y como persona. Es apasionado y tiene todo el espíritu de trabajo para triunfar, pero el fútbol es lo que es, no es dos más dos», señala Gaspart, que mantiene cierto contacto con el entrenador del Zaragoza: «Es el tipo de amigo con el que no necesito hablar todos los días, le quiero igual y le deseo lo mejor. Hablamos cuando se hizo oficial su fichaje y mantenemos el contacto».

En el 2012 el actual técnico zaragocista se fue al Alavés, a su tierra y donde ya había entrenado en la cantera. Estaba el equipo en Segunda B y con el preparador vitoriano logró un ascenso que «supuso muchísimo para el club, que no hubiera tenido fácil sobrevivir mucho más tiempo en Segunda B», rememora Avelino Fernández, presidente entonces en una etapa que para Natxo duró año y medio, ya que fue destituido al curso siguiente (13-14) en Segunda. «He seguido este año al Zaragoza y no arrancó de manera brillante, pero se ha ido consolidando, ha ido mejorando y adquiriendo más solvencia. De Natxo en Vitoria aprendimos que tiene una enorme constancia en el trabajo. Si le dejas que tenga ese tiempo, termina por conseguir rendimientos».

La explicación de que los equipos del actual entrenador zaragocista requieren de un tiempo de maduración está en que «sus métodos implican un trabajo concienzudo, que se vaya todo sedimentando y se creen estructuras sólidas. Eso requiere paciencia, en un mundo del fútbol donde no suele ser lo habitual», sentencia Avelino Fernández, que aplaude esa paciencia del Zaragoza con él: «Han sabido mantener la apuesta, dejándole trabajar y ahora llegan los resultados».

Al Reus llega Natxo en el verano del 2014 y roza el ascenso el primer curso a Segunda y lo firma en la 15-16 para lograr una histórica permanencia el curso pasado. «Cuando el Zaragoza lo fichó, ya dije que era de los tres mejores entrenadores de Segunda. No tenía dudas de que el Zaragoza de Natxo iba a acabar estando donde tenía que estar, aunque es verdad que su filosofía de trabajo y su manera de defender y de entender el fútbol cuestan de asimilar, no se aprenden en dos días», indica el presidente del Reus.

Llastarri relata que a finales de enero, en la jornada 24, Natxo fue a Reus para ver el partido ante el Oviedo y entonces el Zaragoza, que acababa de ganar al Córdoba, no funcionaba tan lanzado como ahora, «pero él estaba muy contento de la paciencia que estaba teniendo el club, porque las cosas no estaban saliendo como quería».

El presidente del Reus confiesa que «desde que está él allí si algún equipo sigo es al Zaragoza. ¡Y cuidadín con él! Los equipos de Natxo es difícil que den su brazo a torcer. Tiene que venir a Reus y me jode porque no estamos para regalar nada a nadie. En el playoff se van a meter seguro».