Cinco jornadas y cuatro finales le quedan al Tecnyconta Zaragoza para mantener la categoría y salvar el proyecto con su continuidad en la Liga ACB. El calendario no es fácil y los cuatro equipos implicados en la lucha por no bajar aprietan, pero existe confianza en el entorno del basket aragonés en que se podrá disfrutar de la élite del deporte de la canasta el próximo año en Zaragoza.

Eso sí, la intención al principio de la temporada del club y la ilusión de la afición eran muy diferentes y mucho más ambiciosas que la realidad de hoy en día. Fernando Arcega, mítico exjugador del antiguo CAI Zaragoza, tiene «muchas esperanzas en que el Tecnyconta se acabará salvando», aunque no ayuda «que se estén dando resultados algo llamativos como que el Obradoiro gane al Bilbao en su casa». Sin embargo, para Arcega, el equipo aragonés debe «mirarse a sí mismo y aprovechar sus oportunidades».

Dani Álvarez vistió la camiseta del antiguo CAI Zaragoza entre el 1989 y el 1995 y también se muestra confiado en las posibilidades de salvación ya que «después de la final ante el Joventut confío en que un par de partidos más al menos vamos a ganar y deberían servir para poder salvarnos».

Por su parte, un clásico del baloncesto aragonés como Javier Macipe, actual coordinador del Stadium Venecia, cree que el Tecnyconta «se va a salvar aunque las sensaciones no son buenas ni fiables». «Además hay un equipo en declive, el Betis», añade.

Las causas de la situación

Un factor fundamental para entender que el conjunto aragonés, que se había asentado en playoff y en Europa, esté peleando ahora por no descender es el aspecto económico. «El presupuesto del Tecnyconta no estoy seguro de qué posición ocupa entre todos los clubs de la ACB, pero me da la sensación que es cercano a la posición que ocupamos», afirma Álvarez. Además, añade, «hemos encadenado una serie de derrotas fuera de casa que nos han llevado a sufrir tanto».

En la misma línea incide Macipe: «En la ACB, poderoso caballero es don dinero y, en estos momentos, todas las circunstancias que rodean al Tecnyconta en ese aspecto son negativas. La disminución presupuestaria por la CAI y las instituciones están limitando muchísimo la capacidad de actuación». «También está la influencia algo negativa de la construcción de los últimos equipos con algunos amiguismos. Willy Villar tuvo aciertos monstruosos, pero otros no, como el caso de Andreu Casadevall. Los engranajes dentro del equipo son muy justos y es una plantilla con poco talento y poco físico», añade.

Por su parte, Fernando Arcega observa un problema en la posición de base y en la dirección del juego, porque «alguien tan importante para el equipo como es Bellas, ha estado algunos partidos algo ausente y el equipo se ha resentido aunque Sergi García lo ha hecho muy bien. En momentos determinados nos hacía falta su experiencia». Todo eso, agrega, «al margen de que haga falta un pívot o un alero».

De cara a los próximos años, Macipe y Arcega apuestan, como creencias personales, por gente nacional y de la casa que ayude al proyecto del Tecnyconta. De momento, lo prioritario es salvarse y, aunque hay confianza, no será tarea fácil.