Alberto Contador, del equipo Tinkoff Saxo, dio un paso de gigante para inscribir su nombre en la prestigiosa prueba italiana Tirreno-Adriático al dar otra exhibición al imponerse en la quinta jornada, entre Amatrice y Guardiagrece, de 192 kilómetros y considerada de media montaña. La etapa sirvió para que el español dejara claro que vuelve a ser el de hace unos años y que se encuentra en un momento dorado de forma, pues además de las dos etapas de la prueba de los dos mares también se anotó una en la portuguesa Vuelta al Algarve.

Un triunfo, que al igual que el anterior en la considerada etapa reina no resultó nada fácil y prueba de ello es que durante muchos kilómetros hizo de puente entre un grupo de escapados, que se fueron a las primeras de cambio y el grupo principal donde estaba el líder, el polaco Michal Kwiatkowski, con el que tenía una deuda pendiente al llevarse la Vuelta al Algarve que acarició Contador. El madrileño encabeza la general.