La Vuelta a España 2014, con dos jornadas apasionantes en Aragón, un final en alto, en Valdelinares, y una contrarreloj que ha de marcar diferencias entre Monasterio de Veruela y Borja, volverá a ser original, ya que tres de los máximos aspirantes al triunfo, que a ocho meses vista ya han confirmado su presencia, no correrán en casa, ya que la próxima ronda española, que se ha presentado este sábado en Cádiz, no pasará ni por el Madrid de Alberto Contador, ni por la Catalunya de Purito Rodríguez, ni por las tierras murcianas de Alejandro Valverde. Con un trazado algo más suave que las dos últimas ediciones, la prueba mantiene ocho llegadas en alto y apuesta por las contrarrelojes de corto kilometraje.

En rasgos generales, la carrera, que empieza el 23 de agosto en Jerez y "finaliza su camino" en Santiago de Compostela, el 14 de septiembre, mantiene la personalidad que ha adquirido estos últimos años. Reniega de las llegadas masivas (solo Albacete, Logroño y A Coruña surgen como candidatas a un esprint) y reúne toda la emoción de las etapas en el tramo final, coincidiendo con la entrada de las cámaras de televisión en directo.

Ni Catalunya ni Madrid, tradicional escenario de la última etapa, figuran en el guión de la carrera; en cambio, Andalucía asume un gran protagonismo, con ocho días de competición y llegadas a Jerez, San Fernando, Arcos de la Frontera, Córdoba, Ronda, La Zubia (primera meta en altitud) y Alcaudete. Castilla La Mancha y Teruel (llegada en alto a la estación invernal de Valdelinares) serán el siguiente destino de la carrera, antes de afrontar una contrarreloj en Borja y penetrar en territorio navarro con la complicada subida al santuario de San Miguel de Aralar.

La prueba acorta también las típicas cuestas empinadas que tanto entusiasman a Purito Rodríguez y concentra la mayor dificultad montañosa en la última fase de la carrera donde aparecen las subidas finales a La Camperona, los clásicos Lagos de Covadonga, la durísima Farrapona y la etapa reina que finaliza en Ancares (León) a un día del final de la prueba en la plaza del Obradoiro de Santiago con una cortísima contrarreloj de 10 kilómetros.