Tres aragoneses contribuyeron a que Real Zaragoza pudiera conquistar su sexta Copa del Rey en el estadio de Montjuic contra el Real Madrid de los galácticos. Y otro, Fernando Soriano, estuvo en la grada en la final. Además, uno de ellos, Luis Carlos Cuartero, tuvo la fortuna de levantar el trofeo como capitán. Y lo hizo al grito de «Viva la Virgen de Pilar». Cuartero todavía recuerda con gran cariño aquel momento. «Siempre he sido y sigo siendo muy devoto. Son cosas que te salen del corazón. Es lo que sentía y lo que quería expresar. En ese momento me acordé de la Virgen del Pilar, pero como estoy seguro de que hizo toda la gente que estaba allí después de la remontada que realizó el equipo», afirma.

Luis Carlos Cuartero destaca la reacción que tuvo el equipo tras gol de Beckham, que ponía por delante al Madrid en el marcador, y como en ella influyeron los gritos de apoyo que recibieron de los seguidores blanquillos. «Recuerdo que todos nos miramos. Aún me viene a la mente la cara de César, Álvaro, Gaby Milito o Cani, que lo tenía delante de mí. Era muy pronto y parecía que nos iban a meter dos o tres goles más, pero entonces arreciaron con fuerza los gritos de nuestros aficionados, que estaban justo detrás de esa portería, y no hizo falta decir nada. El rugido de la gente nos dio fuerza. Había que echarle un par de cojones y tirar para adelante porque aquella gente no se podía ir así a casa», dice Cuartero.

EL DESENLACE DESEADO / Para César Láinez fue su segundo título de Copa con el Zaragoza. Antes había ganado otro en el año 2001 en la final disputada contra el Celta en Sevilla. «A Montjuic llegamos como invitados a lo que se suponía que iba a ser una fiesta del Madrid y nos llevamos la Copa. Si pides el desenlace de una película que vas a ser protagonista pides ese final. Le ganamos al mejor Madrid de la historia, con diez y en el último minuto de la prórroga. Mejor final imposible», comenta el exportero, quien añade: «La afición del Zaragoza siempre responde en este tipo de eventos y una vez más estuvo sensacional».

Láinez reconoce que «ser de aquí y jugar en el Zaragoza ya es algo especial» y que ganar un título «con tu equipo» ya es lo máximo. «Entonces te vienen cosas a la memoria como la Copa que ganó el Real Zaragoza en el año 86. Entonces yo tenía solo seis años y vi la final con mis padres y vestido con la camiseta del Zaragoza. Por eso cuando te pasa a ti es algo increíble. A veces los sueños también se cumplen », dice el exguardameta.

Y un sueño hecho realidad fue especialmente para Rubén Gracia Cani, el más joven de los tres y ahora aún en activo en el Villarreal. «Solo he ganado ese título y eso no se olvida nunca. Nosotros ganamos en el campo y la afición en la grada. Teníamos un buen equipo pero todos nos llevamos una agradable sorpresa», afirma Cani, que vivió la prórroga con gran intensidad tras haber sido expulsado en el minuto 65. «Hasta que Galletti marcó el gol pasé momentos muy malos, pero, por suerte, pude disfrutar de un final feliz. Si no me hubieran llovido muchos palos. Me mostraron dos tarjetas tontas, una por decirle al árbitro que al portero no se le podía tocar en el área pequeña (en una acción de Láinez) y la otra por una faltita. Cuando ganamos, la alegría fue doble», dice Cani.