Con la salvación en el bolsillo y en el viaje de regreso del partido del Bizkaia, los técnicos del Filter tuvieron una gran idea. Pensaban que sería muy bonito despedir la gran temporada del equipo montando un acto de homenaje a las jugadoras. Había nacido lo que Álex Cebrián, Javier Aladrén y Carlos Lanau llamaron Operación Rayo.

La cuestión era llamar a los más allegados, las familias, los amigos y directivos del club para que antes del partido que les enfrentaba al Unigirona despidieran por sorpresa la mejor temporada del Stadium. Entonces se puso manos a la obra Teresa Seco, que contactó con la gente más íntima de las chicas del Filter. Teresa llamó a Argentina, a Valencia, a Málaga, Córdoba... Y después de siete días de gestiones, el sábado media hora antes del partido todo salió bordado.

La carismática Pilar Valero congregó en la entrada del pabellón Eduardo Lastrada una hora antes del partido a los más queridos. Allí estaban directivos como Carlos Navarro o Javier Sierra, la propia Estela Royo viajó desde Valencia y también estaban las esposas de los técnicos.

Valero tenía en el vestuario a Seco como infiltrada. Tras la sesión de tiro llegó la deseada llamada de Seco a Valero. Entonces llegó la invasión del vestuario por los más queridos. Tras las lágrimas, la emoción, los besos y los abrazos, Álex Cebrián gritó con fuerza: ¡Stadium!