Cristiano Ronaldo no lo pasó bien en el Metropolitano y sus gestos volvieron a dejarle en evidencia. Durante el partido ya levantó la mano en alguna ocasión para recordarle a la grada que en su currículum figuran cinco Champions y, a la salida, se despidió en la zona mixta volvió a repetir el gesto con la mano y salió diciendo «cinco Champions, cinco», sin detenerse a atender preguntas. El 2-0 logrado por el Atlético en la ida le pone las cosas muy cuesta arriba a la Juventus en la eliminatoria.

El cinco veces Balón de Oro abandonó el Real Madrid para seguir creciendo, para demostrar que con la Juventus sería capaz de conquistar una nueva Champions. Lejos de Florentino Pérez, con un nuevo ritmo. El club de Turín pagó 110 millones con el objetivo de alzar esa copa que tanto se le resiste. El 2-0 del Atlético deja a la Juve en estado de shock. Los blanquinegros solo accederán a los cuartos de final si vencen en el partido de vuelta por tres o más goles de diferencia (3-0. 4-1, 5-1, 5,2...). La hemeroteca recuerda la dificultad de la misión: la Juve no pudo el año pasado con el Madrid (3-0, 3-1) ni, en el 2016, con el Bayern (2-2, 4-2).

Madrugada y amanecer de críticas las que llovieron sobre la Juventus. Massimiliano Allegri, su entrenador, esgrimió el paraguas para parapetar a Cristiano («estoy satisfecho con él, pero no con el equipo», declaró) porque el granizo cayó con estrépito no solo desde la prensa. Fabio Capello, ex de la Juve, del Milan y del Madrid, descargó contra su colega por no saber cómo esquivar la estrategia de Simoene y por aferrarse a la queja ante el arbitraje: «En Italia estamos acostumbrados a eso. Apenas te acarician, te vas al suelo y se pita falta. En cuanto Bonucci ha sentido el toque se ha tirado inmediatamente. Claramente no era falta», dijo refiriéndose al primer gol atlético, el de Giménez.

«Derrotados todos, comenzando por CR7, comprado para vencer partidos de este tipo. Solo supo sacar el orgullo para mostrar la manita («Yo 5 Champions») a los hinchas que lo insultaban y no para combatir al viejo Godín que lo anuló y para arrastrar a una Juve al fango. Después del castigo, desapareció. Y con él, Dybala», recoge Luigi Garlando en su crónica para La Gazzetta dello Sport. En el uno por uno de este diario sitúan al portugués como el peor de su equipo con una nota de 4,5. «Sería demasiado fácil tomarla con De Sciglio o Betancur. Lo compraron para marcar la diferencia, no para ser uno más». Cristiano era la diana y, al mismo tiempo, la esperanza en que se deposita el posible milagro. Tuttosport abrió su portada con el titular ‘CR7, salva a esta Juve’, para calificar a los de Allegri como «equipo sin coraje y sin personalidad». El entrenador de los trajes perfectos sumó, incluso, más descalificaciones que Cristiano.

Recuerda la prensa italiana que, desde el 2011, Cristiano Ronaldo siempre ha llegado a semifinales de la Champions. No conseguirlo esta temporada será un shock. Cuando la Juventus se lo compró al Madrid, estaba convencida de que por fin tenía el futbolista que les devolveria a la máxima gloria. Se han debilitado las esperanzas tras la derrota en el Metropolitano. Las cifras del portugués esta temporada turinesa son paupérrimas si se miran en el espejo de anteriores Champions: un gol en seis partidos, 479 minutos jugados.