El primer día sin Cristiano Ronaldo en el Real Madrid fue el de la presentación del portugués con la Juventus. «Fue una decisión fácil, es un paso adelante en mi carrera», dijo ayer en una comparecencia en la que intentó hablar lo mínimo del Madrid.

«¿Triste? Para nada. Nunca se me pasó por la cabeza jugar en un club de estas dimensiones», argumentó un Ronaldo muy tranquilo, relajado y sonriente. «Me siento como si estuviera empezando a jugar al fútbol».

Esbozó una media sonrisa, entre pícara y condescendiente, cuando le preguntaron por las lágrimas que dejaba en Madrid: «No creo que estén llorando», dijo. «He hecho una historia brillante allí, quiero agradecérselo a todos los aficionados, pero esa etapa ha terminado», concluyó. A primera hora, Ronaldo recibió el primer aliento de su nueva afición, «tráenos la Champions, Cristiano, tráenos la Champions», le cantaron.

En Turín se respira euforia, incluso locura. Mientras, en Madrid, Florentino afronta su mayor reto como presidente, reflotar la ilusión de un transatlántico varado. Después del proyecto fallido de los galácticos, regresó a la presidencia en 2009 y consiguió, de la mano de Ronaldo, emerger entre los mejores años del Barcelona.

Aquel fichaje, gestado por el anterior presidente, Ramón Calderón, ha sido la esencia del Madrid triunfador de Florentino. Cuatro días después de la cuarta Champions en cinco años, cuando la historia empezaba a compararlo con Bernabéu, llegó el hundimiento. Zidane dimitió por sorpresa, la ingente búsqueda de entrenador terminó en un lío sin precedentes en la selección española y, tras el Mundial, la bomba mayor, el adiós de Cristiano.

OPCIONES EN EL CHELSEA

Quisiera o no, el Madrid va a emprender un nuevo proyecto. La etapa Lopetegui arranca a la espera de los grandes nombres. La salida de Neymar del PSG se antoja difícil, salvo rebeldía manifiesta del jugador, pese a que el Madrid intenta mantener a toda costa la buena relación con el jeque a golpe de comunicado. Todavía más complicado es sacar del gigante francés al ídolo local Mbappé. Mientras que la negociación con Levy por Kane asusta antes de que empiece.

La operación factible es la de los belgas del Chelsea. Según se publica en Bélgica y en Inglaterra, el Chelsea, que no jugará Champions esta temporada, dejaría salir a Courtois, que termina contrato el próximo junio, y a Hazard por 225 millones de euros. Este año la ventana de fichajes en la Premier League cierra el 9 de agosto, así que el Madrid no podrá dilatar mucho, como es del gusto de Florentino, las operaciones con Inglaterra.

Entre tanto, Lopetegui dirigió ayer por primera vez a su nueva plantilla, a falta de los 14 mundialistas, que están de vacaciones. «Veremos un equipo competitivo y con las ideas claras», dijo en su primer día, en la web del club. «Al margen de lo que pase y de que habrá matices y situaciones que se irán solucionando en estas semanas, tendremos una plantilla buenísima y preparada», añadió el técnico.

La atracción en el primer día fue Vinicius Junior, el brasileño, que acaba de cumplir 18 años y costó 45 millones de euros, llega con la vitola de gran promesa y con la misión de convencer a Lopetegui y formar parte de la primera plantilla.

Gareth Bale, que tras la final de la Champions exigió más minutos, se ha encontrado un panorama inmejorable. La venta de Ronaldo y la ausencia de fichajes, le colocan, por el momento, en la línea de salida para heredar el trono de líder de Cristiano.

Además, la llegada de Lopetegui da una segunda vida a jugadores que apenas tuvieron minutos con Zidane, como Dani Ceballos o el exzaragocista Jesús Vallejo. El nuevo entrenador del Real Madrid ya cuenta entre sus filas para la pretemporada con Karim Benzema, Theo Hernández, Federico Valverde y el portero Kiko Casilla.